Hubo sesión galáctica en Málaga, pero no de la forma derrochadora de
Valladolid y Olympique. En la Rosaleda, el Madrid recuperó una suerte que
parecía ya desparecida en este equipo: la de las jugadas ensayadas. Un
saque de esquina y una falta al borde del área escenificaron la nueva
versión de la estrategia madridista, con Beckham al mando de las
operaciones. Fue el británico lo mejor del partido frente a un Málaga que
sólo dejó para el recuerdo las ganas del segundo tiempo y un golazo de
Edgar.
Nudo
Primer Acto: Por increíble que parezca, el Real Madrid marcó un gol
tras un saque de esquina. La memoria se pierde para recordar un tanto
madridista procedente de una jugada semiensayada a balón parado. Ése es
uno de los puntos fuertes del juego de David Beckham y parece que el
equipo está dispuesto a aprovecharlo. Sacó el inglés desde el cuarto de
círculo de la banda izquierda, peinó Zidane en el punto de penalti y
remató Ronaldo en el segundo palo. Suma y sigue para el brasileño, que va
a dejar corta la cifra de 35 goles que pronosticó al comienzo de temporada.
Acertó el Madrid en esa jugada y en el global del planteamiento. El equipo
de Queiroz parece haber encontrado el imposible equilibrio con un más que
efectivo Beckham en el centro del campo y un Zidane con libertad de
movimientos. El francés sigue en estado de gracia y eso lo nota y lo
agradece el Madrid. No hubo noticias del Málaga en el primer sector, salvo
dos saques de esquina producto más de un arreón puntual que del buen juego.
Segundo Acto: Compareció más punzante el Málaga en la reanudación, ya
con Manu y Edgar sobre el césped. Tanto, que hasta le quitó el balón al
Madrid, que vivió peligrosamente durante el primer tercio de este segundo
sector. Fue el tiempo en el el bloque madridista tiró de oficio y apretó
los dientes. Una lección la que se saca de Málaga, ya que esta vez, el
equipo de Queiroz no se perdió ni se ausentó, como en tantas otra
ocasiones, sino que juntó líneas y mantuvo la tensión.
La segunda lección es la de que, por fin, el Madrid está dispuesto a
aprovechar la estrategia. Ya lo había hecho en el primer gol y así llegó
el segundo. En una falta al borde del área la tocó el inglés, la paró Figo
y cuando Roberto Carlos parecía que la iba a romper, compareció Beckham
con su pie de seda para batir a un desconcertado Arnau. Ahí se acabó el
partido, pese al golazo de Edgar de chilena, que dejó algo de emoción para
todos los que habían pagado 200 euros, y el remate final de Guti que cerró
la victoria blanca.
Prólogo
El
Real Madrid ya ha demostrado su poderío en el Santiago Bernabéu, donde ha
marcado 11 goles en los dos últimos encuentros, y ahora le toca hacerlo
como visitante. Para ello Carlos Queiroz alineará al mismo equipo que
arrolló el martes al Marsella.
Enfrente el Madrid se encontrará con un Málaga muy cuestionado, que
todavía no sabe lo que es marcar un gol en esta Liga y que tratará de
conseguir su primera victoria que haga olvidar en sus aficionados el pobre
juego ofrecido por el equipo hasta ahora y el alto precio de las entradas.
Ver al Madrid en La Rosaleda cuesta entre 90 y 200 €.
Juande Ramos: "Hemos merecido algo más pues hemos hecho un buen
partido, pero cuando juegas con un contrario que tiene tanto nivel
individual es lógico que en cualquier jugada ellos definan. No
obstante, estoy contento con la labor de mis jugadores y pienso que
merecimos algo más".
Carlos Queiroz: "Ha sido un encuentro difícil con un terreno de
juego que no había permitido hacer nuestro juego, había que echar
carácter y lucha y sin estas virtudes habría sido difícil ganarle al
Málaga, que se ha mostrado como un buen equipo. De cara al futuro
tenemos que controlar más el balón, hoy nos costó más por el césped y
también por méritos del Málaga. Ya no hay partido fáciles en el fútbol
y ganar siempre es difícil".