Cada viaje del Real Madrid nos depara insólitas aventuras, nuevas amenazas, como si cada desplazamiento se hiciera en el mitológico barco de Ulises o, si lo prefieren, en el de Vicky el Vikingo, no menos heroico y mucho más trascendente en nuestras pequeñas vidas. En este último caso nos quedaría por saber quién se frota la nariz para atraer las ideas brillantes (quizá Ronie) y quién grita estoy entusiasmado (quizá Queiroz).

Ya sea de Ulises o de Vicky, lo cierto es es que el barco del Madrid atraca (con perdón) en Vigo, y lo hace otra vez con cambios en el doble pivote y en la defensa, por otro lado las únicas piezas que puede tocar el entrenador para sentir que él también juega. Así, Raúl Bravo regresa al centro de la defensa, Helguera al pivote y Guti al banquillo, en lo que sería la versión otoño-invierno del equipo, vuelven las hombreras.

Al tiempo que se confirman las novedades, Queiroz, hipnótico, asegura que no le gusta hacer tantos cambios y que no habrá una alineación para jugar en casa y otra para hacerlo fuera. De esto se deduce (y yo, porque me han ayudado) que Helguera se quedará de centrocampista y que ya hemos encontrado el equipo ideal.

Para frenar tanta gloria, el Celta propone un sistema defensivo de tres centrales, que no pretende marcar a Ronaldo, sino rodearlo. Si a defensa tan populosa le añadimos la labor de brega de José Ignacio podemos concluir que será un partido duro, de esos en los que hay que conducir el balón dando saltitos para esquivar los recados, como si se caminara sobre brasas. Del centro del campo hacia arriba, Lotina acumulará veneno, y eso a pesar de que Edu es baja y Jesuli duda. Mostovoi se tendrá que entender con Gustavo López y Milosevic, ariete de los que quitan acné a los defensas.

No es un partido cualquiera. El Madrid debe demostrar en la Liga que puede ser tan brillante fuera como lo es en casa. Hasta ahora no se ha visto: ganó en Málaga de forma ramplona, empató de milagro en Villarreal y fue barrido en Valencia. Esos resultados señalan un viejo problema, el mismo que se quiso solucionar cambiando de entrenador, por cierto.

El Celta también tiene algunas necesidades. En algún modo es víctima de lo bien que ha jugado en los últimos años, de la Champions, del frac, de esta nueva vida de rico sin serlo.

El inglés estrena pareja en la media

Poco a poco, el técnico portugués va ajustando la piezas del Real Madrid. Helguera jugará en la media habitualmente formando pareja con Beckham (nunca han jugado juntos en Liga). En la transición defensiva, el cántabro se incrustará entre los centrales. En ataque, cubrirá las espaldas del crack inglés.

Madrid-Betis (2-1) Queiroz comenzó la temporada formando un rombo en la medular, con Cambiasso de escudero de Zidane.

Villarreal-Madrid (1-1) En la segunda jornada el técnico insistió en poner a Beckham por la derecha y a Figo por la izquierda.

Madrid-Vallad. (7-2) Becks empieza a jugar de mediocentro haciendo pareja con el Cuchu. Figo vuelve ocupar la banda derecha.

Málaga-Madrid (1-3) El Madrid repite esquema en el centro del campo. Zidane arranca desde la izquierda con libertad de movimientos.

Valencia-Madrid (2-0) Primer fiasco de la temporada (los cuatro del centro del campo volvieron a repetir). Cambiasso perdió la titularidad.

Madrid-Espanyol (2-1). En casa y con Clemente poniendo el autobús atrás, Queiroz se arriesgó a poner a la pareja Guti-Beckham.