Raúl y Ronaldo funcionan en el estadio de Balaídos
18/10/2003
Raúl y Ronaldo funcionan en el
estadio de Balaídos
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Si miramos las últimas dos
visitas del Real Madrid a Balaídos, se podría entender que este estadio es
favorable para los intereses de los hombres que dirige hoy Carlos Queiroz.
Dos triunfos, por la mínima, han sacado los blancos -juegan de negro en Vigo-,
en las dos últimas temporadas. Con un gol de Raúl y otro de Ronaldo, los
madridistas han sumado un par de triunfos muy valiosos.
Pero la trayectoria del Real Madrid no es muy positiva. En estos dos últimos
triunfos han sufrido y, sólo gracias a las individualidades de la ‘doble R’,
han conseguido salir victoriosos. Pero hay que mirar más atrás. El Celta
llevaba cinco temporadas seguidas ganando a los madridistas y, en varios
partidos, consiguió golear y pasar por encima del rival. Hace tres
temporadas, por ejemplo, ganó 5-1 y la imagen que dio ese día el Real Madrid
fue pésima. Balaídos es un estadio difícil para el Real Madrid y los propios
jugadores así lo reconocen. “El Celta es un buen equipo, que juega como
bloque y tiene jugadores que con una individualidad te pueden desequilibrar
el partido. Además, necesitan una victoria para salir de las posiciones de
abajo en la tabla”, dice Michel Salgado. El gallego, ex-céltico, es el que
mejor sabe el ambiente de presión que se vive en Balaídos cuando juega el
Real Madrid.
El que preocupa es Ronie
Si hay un jugador que preocupa en las filas del Celta, ese es Ronaldo. Así
lo dejó claro su entrenador, Miguel Angel Lotina, en la entrevista que
publicó MARCA este martes. “Si pudiera dejaría fuera a Ronaldo; al final es
quien te la clava”. Rotundo se mostró el entrenador del equipo local.
Y es que a Ronaldo se le da bien el Celta en Balaídos. El delantero
brasileño no sólo le ha marcado con la camiseta del Real Madrid, también lo
hizo con la del Barcelona. Ronaldo parece que se inspira en tierras gallegas
y sólo hay que recordar el golazo que marcó en Compostela cuando vestía la
camiseta azulgrana. El ‘9’ del Madrid es la pesadilla.