Ronaldo no es como el cielo. No
puede esperar. Los madridistas son conscientes del espectacular potencial del
crack brasileño y ha bastado que se pase 90 minutos sin mojar (como le ocurrió
ante el Partizán) para que cunda la desazón entre sus numerosos fieles. El nivel
de exigencia máxima hacia el astro carioca es comprensible si analizamos que, en
lo que va de año 2003, Ronie es el mejor goleador de la Liga española. En los 27
partidos que ha disputado en este año impar, Ronaldo ha marcado 24 goles, cerca
del promedio soñado: 1,0 por encuentro.
Si estudiamos sus números en el
campeonato de la regularidad es fácil concluir que Ronaldo sea uno de los
artilleros más temidos, dado que en lo que va de Liga lleva seis goles en los
seis partidos jugados (no estuvo ante el Villarreal). El 9 blanco no tuvo su
noche la temporada pasada en sus dos enfrentamientos ante el Racing (no marcó en
ninguno de los dos enfrentamientos), pero Queiroz espera que esta tarde recupere
su duende ante las redes rivales en esa pugna particular que mantiene hasta la
fecha con El Rifle Pandiani (6). El actual pichichi blanco ha dado cinco puntos
al Madrid en esta Liga con sus media docena de goles, a los que hay que añadir
los dos que metió en la Champions ante el Marsella y el tanto logrado frente a
Leo Franco en la vuelta de la Supercopa con el Mallorca.
Ronaldo tendrá el inconveniente de
no poder contar ante los cántabros con Beckham, el mejor asistente de la
competición (4). Por eso no es descartable que en la última media hora tenga el
canterano Portillo su oportunidad si el delantero centro madridista no tiene una
tarde inspirada. En cualquier caso, el Madrid es, junto al Deportivo, el máximo
goleador de la Liga (17), registro realizador que no alcanzaba desde la
temporada 1991-92. Ronaldo espera ganar el pulso a Ricardo, suplente de Barthez
en la heroica noche del hat-trick en Old Trafford (4-3).