El Real Madrid jugará la próxima
edición del Trofeo Joan Gamper. Ni es una serpiente de otoño ni nadie ha bebido
en exceso. Es la estupenda noticia que nos deja la entente cordiale que Joan
Laporta y Florentino Pérez están alimentando en las últimas semanas con una
serie de iniciativas que permitirán enterrar, por fin, el hacha de guerra entre
los dos gigantes del fútbol español. Según pudo saber AS, desde el pasado mes de
octubre han acontecido varias reuniones entre los responsables de ambos clubes
aprovechando que entre mayo y septiembre de 2004 se celebrará el ‘Fórum
Universal de las Culturas’, cuya guinda en el apartado deportivo consistirá en
un Barça-Madrid en el Camp Nou que dará lustre al próximo Trofeo Joan Gamper.
El actual presidente del Barça,
como ya ha dejado claro erradicando a los Boixos Nois del Camp Nou, está
especialmente sensibilizado con todo lo referente a la violencia en el fútbol, y
por ello ha tardado poco en acordar con Florentino una línea semántica unificada
que sitúa a ambos clubes en un proyecto ambicioso: el Partido Mundial por la Paz.
De hecho, todas las televisiones de
los cinco continentes ofrecerán este encuentro en directo, que se disputará el
próximo mes de agosto. Barcelona y Real Madrid quieren contribuir al objetivo de
fomentar la concordia en todo el planeta. Será el partido de la utopía. Sin duda,
el más bello jamás pensado...
Un reto para los galácticos: La
Copa que le falta al Madrid
Si usted repasa el historial del
Real Madrid, constatará que ha ganado todo lo ganable. Al menos, es así si
hablamos de los títulos que ha disputado de forma oficial. Solo le faltó por
conquistar la extinta Recopa, que dejó de ser un objetivo para los blancos una
vez que desapareció tras decidir el máximo organismo europeo fusionarla con la
Copa de la UEFA (temporada 1999-00). Por eso, para los blancos supondrá un
estímulo añadido participar en la próxima edición del Trofeo Joan Gamper, dado
que supondría un hito que el mismo, con un palmarés de 38 ediciones, pudiese
reposar en las vitrinas del Museo del Bernabéu.
Es más, el Madrid considera que con
su presencia en dicho partido fomentará una línea de acercamiento progresivo con
su eterno enemigo deportivo, lo que evitará en el futuro nuevos desórdenes
públicos como los vividos con Figo.