El Real Madrid dio un paso crucial para asegurar la primera plaza del grupo F tras derrotar al Olympique de Marsella (1-2) en el Velodrome francés gracias a dos tantos de bella factura de Beckham, autor del gol 600 del Real Madrid en Copa de Europa, y Ronaldo.

El equipo blanco se jugará las hipotéticas ventajas que concede ser primero de grupo el próximo 9 de diciembre en el Bernabéu ante el Oporto, que hoy se deshizo del Partizán de Belgrado (2-1). A los de Queiroz les sirve incluso la derrota, ya que vencieron a los 'dragoes' en Das Antas por 1-3.

Pese al triunfo, el Madrid jugó un partido mediocre y sigue sin demostrar una versión fiable, ya que Casillas tuvo que aparecer, como casi siempre, para evitar el empate en las postrimerías del partido con una manopla salvadora a disparo a bocajarro de Drogba, el jugador más peligroso de los locales.

El delantero marfileño disfrutó de la primera ocasión del encuentro, al que el Olympique salió encendido. Con una fuerte presión en la medular y sin esconder la pierna, el Marsella trituró al Madrid en los compases iniciales.

Con Zidane apagado, sólo Beckham y Figo daban aire al equipo blanco, en el que Ronaldo aparecía como una isla entre la zaga gala.

Sin embargo, paulatinamente, la fogosidad local descendió y el Madrid recuperó la pelota. Entonces se convirtió en el dueño del partido.

Aún así, el equipo jugó andando, sin chispa de velocidad. Amasaba el esférico, pero no se acercaba a las inmediaciones de Runje. Era la versión del equipo que se siente superior y necesita poco para someter a los rivales. Teoría que reafirmó el inglés David Beckham con un sensacional disparo de falta directa que inauguró el marcador.

El inglés, muy versatil con sus aportaciones en defensa y ataque, marcó su quinto gol como madridista y entrará en la historia del club como el autor del gol 600 del Real Madrid en la Copa de Europa.

Además fue el mejor de su equipo, al menos por su intensidad y ganas de agradar y cumplir con su labor.

Por tanto, en el único disparo a puerta de los madridistas llegó su gol. Desde entonces vivió de las rentas, sin pisar el acelerador y tapando con relativa solvencia la escasa peligrosidad del Marsella, muy obtuso en los ataques estáticos.

El Olympique, tras la reanudación, recuperó el aliento y a base de corazón atrincheró al Madrid. Así llegó el empate del egipcio Mido, que remató de cabeza en las 'narices' de Casillas. Drogba pudo darle la ventaja a su equipo dos minutos después cuando el partido empezaba a convertirse en vistoso, de ida y vuelta.

RONALDO DECIDE.

En ese ambiente es cuando el Madrid se desenvuelve con facilidad y así fue. Ronaldo avisó primero con un remate de cabeza que acarició el poste para certificar la victoria cinco minutos después al culminar la mejor jugada del equipo blanco en todo el partido.

Beckham recuperó un balón en el área madridista y montó el contragolpe con un gran pase a Figo. El portugués combinó con Zidane, que asistió al espacio vació a Raúl, y el siete, atento al desmarque de Ronaldo, le concedió con el pase de la muerte la oportunidad de protagonizar el triunfo merengue.

Hasta el final más de lo mismo. Apuros de los pupilos de Queiroz por recular en exceso y mano salvadora de Casillas, inédito hasta entonces. El Madrid firmó una victoria que se asemeja a la de los últimos partidos, Albacete, Partizan o Athletic, sin brillantez y con un amplio porcentaje de efectividad, aquello que lo convierte en un equipo campeón.

MARSELLA (FRANCIA), 27 (EUROPA PRESS)