Algún vacilón de cuyo nombre no
quiero acordarme bromeaba de esta guisa cuando se cumplió media hora del partido
de Marsella y los corsarios franceses habían rebañado ya los tobillos y las
rodillas de Beckham, Figo y Zidane (ten paisanos para esto). “Al Madrid no le
vendrán mal tantos palos porque le servirán de ensayo para Pamplona...”.
La batalla del Velodrome ha dejado
galácticos daños colaterales. Zidane, Figo y Roberto Carlos han sido reservados
para el Tourmalet, el Alpe d’Huez y el Galibier (Atlético, Barça y Deportivo),
el montañoso tramo liguero en el que ha entrado el líder.
El colmo es que en el entrenamiento
previo al viaje a la tierra adoptiva de Hemingway, Guti y Salgado se liasen a
tortas. Sólo hubiese faltado que alguno de ellos hubiera acabado en la
enfermería engrosando el alarmante parte médico... Guti debería mirárselo. En
Sevilla casi se curra con Casillas y ayer hizo guantes con Míchel.
El Sadar, un estadio que exhibe una
llamativa fiereza ambiental cuando el Madrid asoma por allí su blanca camiseta,
amenaza a un rival que en Pamplona se arruga últimamente como una colilla. Pero
seamos justos. El fútbol es una batalla de talento y de despliegue físico. Un
partido no se gana sólo pateando la moral del adversario. Si los navarros han
tumbado al Madrid en las dos últimas temporadas es porque jugaron como si
acabasen de zamparse un bocadillo de guindillas. Feroces y letales. Hace dos
años el verdugo fue Alfredo (madrileño de Leganés). La última Caída del Imperio
fue a manos de un carrilero negro como el azabache, Manfredini, que ejecutó a
Iker Casillas con un remate astifino. Pero el Madrid tiene a Sir Beckham, que
luce orgulloso su Cruz de Caballero Británico mientras que en los campos se
pelea contra los infieles con un ardor propio de Ivanhoe.
Valdo. Seguro que muchos seguidores
pamplonicas firmarían para la crónica de esta noche un titular con las siglas
VDV: Venganza de Valdo. El caboverdiano ya dejó atrás la edad del pavón. Ojo con
él. Curiosamente, Queiroz ha tenido que tirar de otro de sus jugadores-probeta:
Paredes. Un lateral zurdo que me gustó lo suyo en el indigesto amistoso de la
chirimoya (el de Valladolid).
Osasuna intentará no enredarse en
el laberinto táctico que ha diseñado Carlos Queiroz, que parece dispuesto a
indultar a Rubén dándole otra oportunidad tras el siniestro total del Sánchez
Pizjuán. Lo peligroso es que para reivindicarse tenga que pelearse con Ibrahima
Bakayoko, un negrazo imperial que creció entre diamantes... ¡y 16 hermanos!