Con división de opiniones, como en los toros. Así fue recibido el Real Madrid en Barcelona. Los honores los vivió en el aeropuerto de El Prat, donde escuchó gritos de “¡Madrid, Madrid!” y “¡A por ellos!”. Eran las 20:00 horas y 500 aficionados madridistas daban la bienvenida a sus ídolos. Gritos de ánimo y vítores para recargar las pilas de cara al choque del Camp Nou. Beckham, Ronaldo, Figo…, todos los jugadores recibieron una calurosa muestra de cariño de un público entregado a la causa. El panorama cambió por completo cuando, media hora después, el autocar del equipo hizo su aparición en el Hotel AC Diplomatic, cuartel general hasta la hora del encuentro. Allí un grupo de vándalos lanzó huevos y tomates contra los jugadores.

Será por la marcha liguera, por la presencia de Beckham o por el olfato goleador de Ronaldo, que cada uno elija lo que quiera, pero el caso es que el Real Madrid revoluciona el lugar por donde pasa. Antes de tomar vuelo hacia Barcelona, los jugadores fueron agasajados en el aeropuerto de Barajas durante toda la terminal de embarque. Fotografías por aquí, autógrafos por allá, no había respiro para los blancos. El más asediado, como viene siendo habitual, fue el inglés.

Vuelo tranquilo
El reposo para los guerreros duró lo que se prolongó el vuelo (55 minutos). Fue el momento propicio para pasar el rato como cada uno creyó más conveniente. Zidane imbuido en la lectura de la Prensa francesa, como es norma en él. Raúl centrado en un libro, Solari repasando la actualidad con César… Por su parte, en las primeras filas, Florentino Pérez organizaba una amplia tertulia junto a los directivos que le acompañaron en el viaje (Raúl Ronda, Ramón Calderón, Amancio Amaro, Marta Silva, Fernando Martín y Alfredo di Stéfano).

A los 15 minutos de vuelo, llegó la hora de la merienda, con los habituales sándwiches, junto con refrescos y zumos de todo tipo. Para amenizar la degustación de la vianda, los pasajeros pudieron disfrutar del pertinente vídeo que ofrece ronda Iberia (cartelera de cine, monumentos históricos, parajes naturales, gags de cámara oculta…).

Locura y hostilidad
Cuando el IB5640 aterrizó en el aeropuerto de El Prat, se desató la fiebre blanca. En el mismo finger, los jugadores ya firmaron los primeros autógrafos. Los gritos de ánimo hicieron acto de aparición y se repitieron a lo largo de todo el perfecto cordón policial que permitió a los jugadores alcanzar sin problemas el autocar que debía trasladarles hasta el hotel.

“Vamos a por ellos”, “Culé el que no vote es”, “No queremos menos de seis”. Mensajes de todo tipo y para todos los gustos, dirigidos hacia Ronaldo, Beckham, Figo, Zidane… Es decir, para toda la nómina de hombres que Queiroz ha desplazado hasta Barcelona. Los madridistas no estarán solos en el Camp Nou. En El Prat pudieron comprobarlo, pero saben que tendrán que apretar los dientes, pues también se encontraron con ejemplos que les permiten pensar que el ambiente les será hostil: a la llegada al hotel, un grupo de personas arrojaron huevos y tomates a los jugadores, aunque, por fortuna, no hicieron blanco. Reacción fuera de lugar, que, sin embargo, no ha descentrado a los madridistas. Su objetivo, salir líderes del Camp Nou.

Una información de Javier J. Tamames
Fotografías Ángel Martínez
Enviados especiales a Barcelona\
realmadrid.com