El Bernabéu acabó aclamando a Ronaldo
25/01/2004
El Bernabéu acabó aclamando a
Ronaldo |
El Real Madrid prolongó su
espectacular racha en el Santiago Bernabéu. Diez partidos para sumar treinta
puntos como local y hacer de su campo el bastión fundamental de su caminar en
la Liga. El nuevo triunfo ante su afición sirvió al Real Madrid para colocarse
de manera provisional en lo más alto de la clasificación y poner a prueba los
nervios del Valencia. Osasuna, con sólo dos derrotas lejos de Pamplona y sólo
cinco goles encajados como visitante, será la piedra de toque que los Aimar,
Ayala, Baraja, Mista y compañía deberán superar para recuperar la cabeza.
Ayer, el triunfo de Madrid tuvo base sudamericana. Solari abrió el marcador
con su primer gol en Liga y el primer del Madrid que no lleva la firma de un
galáctico desde que Guti marcara en la jornada cuarta. Y Ronaldo, en ídolo,
remató.
Ronaldo ha conquistado a todo el madridismo. Ayer volvió a quedar demostrado
que la siempre exigente afición del Real Madrid está con el brasileño. Poco
importa que apenas intervenga en el juego, que administre sus carreras, que no
persiga a los contrario. Da igual, Ronaldo ha podido con todos los tópicos.
Tras una primera parte en la que apenas se le vio salvo un bicicleta que se
inventó ante Ballesteros, en la segunda el primer balón que tocó terminó en
gol por toda la escuadra de la portería defendida por Reina. Ese fue el
momento en el que el Bernabéu se rindió a los pies del delantero centro. Los
gritos de “Ronaldo, Ronaldo” atronaron en el estadio madridista a idéntico
ritmo que el resto del equipo blanco se agolpaba en torno al nueve blanco.
Pero el punto máximo llegó cuando Ronaldo se disfrazó de defensa y se anticipó,
bajo palos, a tres jugadores del Villarreal que estaban dispuestos a empujar
el balón a puerta vacía. Los gritos de antes se convirtieron en jubileo
auténtico. Fue por unos minutos el tótem del madridismo, un totem con 16 goles
en Liga, 22 en lo que va de temporada, 52 con la camiseta del Madrid y con
cuatro partidos seguidos dando en el blanco.
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