A pesar de que sea un encuentro
amistoso, el choque que disputarán hoy la República de Irlanda y Brasil se ha
convertido en el partido de la cuentas pendientes para ambas selecciones. Por un
lado, Brasil intentará enterrar el recuerdo de la última vez que se enfrentaron
a los irlandeses: fue un sábado, 23 de mayo de 1987; el escenario, el mismo
estadio en el que hoy se van a medir las dos selecciones; el carácter del
encuentro, como el de hoy, amistoso; y el resultado, 1-0 para Eire, con gol de
Liam Brady.
Por otro lado, los irlandeses no
olvidan la derrota que recibieron el 27 de mayo de 1982, en que los brasileños
le endosaron nada más y nada menos que un 7-0, con goles de Sócrates (2),
Seginho (2), Falcao, Luizinho y Zico. Este punto negro en la historia de la
República de Irlanda no se olvida y tanto mayores como chavales tienen aún viva
una noche que ha quedado para la historia como una de las mayores goleadas
recibidas en la vida futbolística de este ilustre país. Sólo en una ocasión más,
brasileños e irlandeses se han visto las caras: nos tenemos que remontar a 1974,
en Maracaná, donde Brasil derrotó a Eire por 2-1.
Pero la historia es eso, historia y
el duelo de hoy es un partir de cero para dos selecciones que llegan a él de
manera muy diferente: mientras Eire viaja por el mundo con la modestia que
caracteriza a una selección de medio pelo, Brasil llega con el Pentacampeonato
bajo el brazo, pensando en el choque ante Paraguay del 30 de marzo (valedero
para el Mundial-06) y con una fantasía que paraliza las ciudades en las que
regala su fútbol, como ha sucedido en Dublín.