El Comité Ejecutivo de la
Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA) ha decidido rechazar
el recurso presentado por el Real Madrid, en el contencioso que mantiene con el
Inter de Milán por el denominado 'caso Solari'.
En su decisión, según ha informado
el propio Inter de Milán, el comité ejecutivo FIFA mantiene como válida la
decisión adoptada en su día por el Comité del Estatuto del Jugador, que
establecía el pago de los 10 millones de euros por parte del Real Madrid al club
milanés, cantidad fijada como contraprestación por el traspaso del brasileño
Ronaldo a la entidad madrileña.
Ahora, el Real Madrid deberá, en el
plazo máximo de treinta días, abonar el primer plazo de esos 10 millones de
euros establecido por dicho concepto, los dos siguientes plazos (31 de agosto
2004 y 2005), y el 5 por ciento en calidad de intereses por demora en el primer
pago (31 de agosto 2003).
El Inter de Milán denunció al Real
Madrid ante la FIFA el pasado septiembre, al estimar que el club madrileño había
incumplido una de las condiciones del contrato del traspaso de Ronaldo (31 de
agosto 2002), en la que se indicaba que, a los 35 millones de euros acordados,
se unirían otros 10 millones más por una opción sobre un jugador a elegir entre
el inglés Steve McManaman y el argentino Solari.
Esos 10 millones de euros, según se
especificaba, deberían ser pagados en tres plazos: antes del 31 de agosto de
2003, 2004 y 2005. "Con posterioridad", según desveló un portavoz del club
milanés, "se llegó a un acuerdo, escrito, de que ese jugador sería Solari,
siempre y cuando se cumplieran dos condiciones: que el futbolista no tuviera
lesión alguna y que aceptara el contrato que le propondría el Inter".
Este último punto es el que no se
ha cumplido pues Solari no aceptó las condiciones económicas propuestas por el
Inter. Las cantidades ofrecidas por el Inter, entre salario fijo y premios por
objetivos logrados, eran superiores a lo que Solari percibía en el Real Madrid.
Contrato
Además, se le ofreció un contrato
hasta el 30 de junio de 2007, cuando el que tiene termina el 30 de junio de
2004, según fuentes del club italiano. Solari, a su vez, solicitó al Inter de
Milán percibir justo el doble de lo que tiene firmado anualmente con el Real
Madrid, lo que no fue aceptado por el club milanés.
Ante ello, el Inter solicitó al
Real Madrid el pago de esos 10 millones de euros, algo que el club madrileño no
cumplió al aducir que el club milanés ofrecía a Solari un contrato con unas
condiciones económicas inferiores a las que tenía en la entidad madrileña.
En el Inter, en cambio, se estimó
que se tenía derecho a dicha cantidad al no haber incumplido el contrato firmado
en su día, ya que en ningún apartado se especificaba que tuviera que ofertar a
Solari una determinada cantidad o un mínimo.