Camacho tendrá que decidir el
futuro de los jugadores que retornan este verano. Morientes, Flavio, Celades y
Rubén vuelven a la disciplina blanca después de un año en el exilio con suerte
muy dispar. El mejor parado fue Morientes, cedido al Mónaco, que aprovechó la
confianza que Deschamps depositó en él para convertirse en el máximo goleador de
la Champions (jugó la final) con nueve tantos en 12 partidos. Además, marcó
otros nueve en Liga.
El Madrid ha pagado al jugador
doscientos millones de pesetas de los 600 que cobra anualmente. Tiene dos años
más de contrato y Camacho quiere que se quede, pero el Moro no está dispuesto a
ser suplente de Ronaldo. Este año se ha revalorizado y su precio en el mercado
es de 20 a 22 millones de euros.
Por otro lado, Flavio podría
quedarse si no llegan refuerzos suficientes para el centro del campo. Cobra en
torno a los 500 millones, demasiado para estar en el banquillo. Por eso, la
prioridad del club es venderlo. En cuanto a Celades, saldrá del Madrid con casi
con toda seguridad. Le queda un año de contrato y el Zaragoza lo quiere.
Un caso especial. En la defensa
habrá overbooking. A los jóvenes consolidados como Pavón o Mejía (además de Raúl
Bravo), se unirá Rubén. Fue cedido al Borussia de Moenchengladbach tras un
comienzo de temporada aciago. Su partido ante el Villarreal, donde Anderson le
ganó la partida, y la debacle de Sevilla, en la que fue sustituido en el minuto
26, le llevaron al ostracismo y emigró a la Liga alemana. Pero allí sólo pudo
jugar cuatro partidos por sus continuas lesiones.
El Madrid le buscará también salida
a Rubén, preferiblemente en la modalidad de cesión, ya que era uno de los
jugadores con más futuro de la cantera y el la entidad blanca no quiere
desprenderse totalmente de él.
Pero además, hay otros jugadores
que pueden volver. Son los Pavones Retornables, jugadores sobre los que el
Madrid tiene una opción de recompra. Es el caso de Valdo (1,8 millones de euros),
Julio Álvarez (800.000), Aranda (1,1 millones) o Luis García (1,5 millones).