Pasear por las calles de
Cracovia es como hacer un recorrido por la Historia más reciente.
Parecen imágenes de La Lista de Schindler, exclaman los turistas que
visitan el barrio judío situado en el centro de la ciudad polaca.
Cracovia ante todo es cultura, religión, sentimiento y recuerdo de
sufrimiento. Allí jugará el Real Madrid la próxima semana ante el Wisla,
en esta localidad de 800.000 habitantes. A tan sólo 65 kilómetros de
Cracovia se encuentra Auschwitz, el campo de concentración donde los
nazis cometieron las atrocidades más impactantes durante la Segunda
Guerra Mundial. Allí también murieron siete futbolistas del Wisla de
Cracovia, Jan Cudek, Stefan Luboviecki, Antoni Lyko, Julian Oleksik,
Stefan Reyman, Bronislav Serafín y Ladislav Szumilas.
Todos ellos jugaron en el club polaco antes del comienzo de la guerra.
Ellos, como el resto de reclusos, tenían que atravesar cada día una gran
puerta adornada con esta frase: El trabajo te hace libre. Sarcástico y
escalofriante. El 27 de abril de 1940, Himmler ordenó la creación de un
campo de concentración para utilizar a los prisioneros polacos como mano
de obra.
Más de cuatro millones y medio de personas perdieron allí sus vidas, la
mayor parte de ellos ciudadanos judíos, a los que los alemanes recluían
salvajemente en el campamento hasta que consideraban que ya no les eran
útiles. Cuando llegaba ese momento, las cámaras de gas y los hornos
crematorios eran los métodos más empleados para matarles.
En la actualidad, Auschwitz se ha convertido en un impresionante museo
en el que se conservan intactas las camas y las ropas que utilizaron en
su día los presos. Se pueden recorrer todos sus barracones y presenciar
los hornos, las cámaras de gas y las elaboradas vallas destinadas a
evitar que los presos se pudieran escapar. Miles de personas visitan
cada día estas instalaciones, sobre todo extranjeros. Es curioso, por
aquí vienen ingleses, italianos, españoles, americanos, japoneses...
pero no suelen hacerlo los alemanes, nos explica un taxista polaco.
No se podía jugar al fútbol
Cracovia es una de las ciudades europeas con una gran tradición
religiosa. Poblado por mayoría judía, el gueto de Cracovia fue uno de
los más importantes durante la guerra. Sus habitantes vivían en
condiciones infrahumanas, aislados por alambradas. En la época de la
ocupación alemana, los ciudadanos que poblaban Cracovia tenían prohibido
jugar al fútbol. Para poder practicar este deporte llegaron a crear un
campeonato extraoficial, intentando sortear la vigilancia de los
policias alemanes. |