Hablar de la final del
Mundial de Japón y Corea del 2002 es referirse inevitablemente a las
actuaciones de Kahn y Ronaldo. A pesar de que Kahn
fuera para muchos el mejor jugador de aquel
campeonato, los honores se los suele llevar el jugador que marca
los goles, y aquella noche del 30 de junio del 2002 Ronaldo marcó dos
goles que le encumbraron al mismísimo firmamento futbolístico.
Esa noche se enfrentaban el mejor delantero frente al mejor portero del
mundo y la partida la ganó el brasileño. No transcurrió mucho tiempo de
partido hasta que Ronaldo y Kahn se vieron en el primer mano a mano: fue
en el minuto 18 y Ronie encaró a Kahn con una velocidad endiablada. Dudó
entre disparar o centrar al segundo palo donde estaba Rivaldo y no hizo
ninguna de las dos. El balón se marchó fuera. En el minuto 29 de nuevo
se volvieron a ver las caras los mismos protagonistas: Ronaldinho metió
un balón en profundidad a Ronie, que no controló bien, y sólo pudo
realizar un remate cruzado que salvó la palma izquierda de Kahn.
Al filo del descanso hubo otro mano a mano entre ambos y de nuevo Kahn
lo ganó despejando con las piernas. En la segunda mitad Ronaldo se tomó
la venganza. En el minuto 66 Ronaldo le roba un balón a Hamann, se lo
pasa a Rivaldo que disparó con potencia, pero sin colocación. Kahn
rechazó dejándole el balón muerto a Ronaldo y este le fusiló en lo que
significó el 0-1. Doce minutos después, en el 78 de partido se produjo
la jugada del partido: Kleberson entra por la derecha, centra raso al
borde del área, Rivaldo deja pasar el balón entre sus piernas y Ronaldo
tras controlar el balón, le pega con la derecha y pone el balón junto al
palo izquierdo de la meta de Kahn.
Supuso el 0-2 y el final del gran partido de Ronaldo y el hundimiento de
Kahn. |