Maradona tenía 16 años cuando, tras una
gran actuación, se le acercó un periodista a pie de campo y le preguntó:
¿Qué tal el partido? Y Diego respondió: Hice dos goles y metí un caño. ¿Cómo?
-replicó el periodista- ¿contás los caños? Y Maradona recitó de memoria
todas las veces que había metido el balón entre las piernas de lo
contrarios desde que había debutado en Primera: Uno a Cabrera en el
debut, otro a Gallego, a Mascareño.... Entendiendo a Maradona se
comprende a Ronaldinho, jugadores que gozan del fútbol más allá de los
goles y del resultado.
El sombrero de espaldas que el domingo le hizo a Josetxo es una prueba
más del virtuosismo del brasileño. Puede haber futbolistas mejores que
él, pero nadie reúne más fantasía que Ronaldinho. De hecho, es el
jugador más emulado por los jugadores de Play Station. Un duende
travieso con el balón en los pies y que en poco más de un año que lleva
en España ha desarrollado un catálogo de artes. Driblings, fintas,
regates, pases imprevisibles, controles imposibles... Maneja todas las
suertes del fútbol excepto una: el calcetinazo, que es como en Argentina
llaman al golpeo defectuoso.
De niño se entrenaba regateando los muebles de su casa, de adolescente
veía vídeos de Zico, Rivelinho y Pelé, sus ídolos, y de mayor es capaz
de subir las escaleras de la Catedral de Santiago dando toques al balón
peldaño a peldaño. El último de los románticos, como le ha definido
Romario, es un artista único que en el calentamiento prepartido se pasa
el balón por la cabeza, hombros y espalda hasta dejarlo dormido en el
cuello. Lo utiliza como terapia para bajar el nivel de ansiedad.
Además de estas 20 perlas, Ronaldinho también ha hecho ruletas, como
Zidane, y el stop and go inglés (pisar el balón en carrera amagando una
frenada y avanzarlo con la otra pierna). Le faltan el escorpión, el
aguanís de Raúl, la lambretta o noria (como Djalminha), un gol de aguja
(por debajo de las piernas), lanzar un penalti a lo Panenka, anotar un
gol olímpico (directo de córner) y hacer la cola de vaca de Romario (hizo
una a medias al Celtic en Copa de la UEFA). Tiempo tiene, y facultades
como nadie. |