Tiene usted preocupado al madridismo por su
bajo momento de forma.
El problema es que la gente quiere que yo siempre dé espectáculo y corra
los noventa minutos por la banda, pero el fútbol de hoy día es muy
complicado. Estoy haciendo lo que necesita mi equipo. En el sector
defensivo estoy muchísimo mejor, pero siempre esperan más de mí por los
años que llevo en el club y porque he acostumbrado mal a la gente
jugando siempre al máximo nivel. La vida de un futbolista tiene picos
arriba y abajo, pero sé que estoy haciendo lo que debo.
Pues hay críticos y aficionados que dicen que usted está acabado.
Esa gente no tiene mucha idea de fútbol. Piensan así porque no saben de
fútbol. Hay mucha gente que comenta las cosas sin saber, hablan del
futbolista sin saber nada de él y sin convivir con el ser humano. El
nivel de equívocos del ser humano está siendo muy alto en el fútbol
actual. Fíjese en jugadores como Maldini, Carboni, Mauro Silva, Kahn,
Cafú... Los equipos siempre necesitan jugadores de 31, 32 o 33 años.
Esto es como en los trabajos. Siempre hace falta tener a tu servicio
gente con experiencia.
¿Por qué no dijo usted antes que estaba lesionado del pubis?
Yo no quiero parar y sé que puedo recuperarme de la lesión jugando. El
problema es que la gente, cuando habla de mí, parece que se refiere a un
delantero que tuviera que estar metiendo goles todos los días. Que la
afición sepa que yo soy un defensor y que por mi banda el quipo
contrario no pasa. Goles por mi banda no van a meter.
¿Nace un nuevo Roberto Carlos?
Sí. Somos muy ofensivos y yo me siento mejor desde que defensivamente
somos un equipo organizado. Me critican que ya no llegue tanto arriba,
pero no valoran que si lo hiciese pondría en riesgo el triunfo de mi
equipo.
¿Por qué el Bernabéu la tomó con usted tras la dimisión de Camacho?
No creo que haya perdido el afecto de la gente, porque en la calle me
siguen parando. El problema es que Camacho jugó aquí muchos años y le
tienen una gran admiración y respeto. Si se plantease que Camacho
volviera al Madrid yo sería el primero en decir que lo hiciera. El
propio Camacho ha declarado que conmigo no tuvo ningún problema. Fue
sólo una parte de la afición, que se portó mal conmigo y son personas
que están viendo que se han equivocado. Pero depende de mí y sé que el
Bernabéu volverá a quererme como lo hacía antes.
¿Qué le dijo Camacho aquella mañana en la que decidió dimitir?
Antes de ser yo capitán del Madrid ya tenía con él una amistad y una
confianza. Camacho no habló ese día conmigo como capitán. Yo me fui
hacia él y le dije: “Míster, ¿te pasa algo?”. Él me dijo que no se
identificaba mucho con el equipo y que pensaba marcharse. Yo le contesté:
“Ten paciencia, que esto de un día a otro cambia. Vamos a hablar con los
compañeros para que se acoplen un poco más e intenten entender más tu
trabajo”. Es difícil en un club tan grande que un entrenador con el
carácter de Camacho llegue y cambie todo de un día a otro. Hacen falta
cuatro o cinco meses y Camacho sólo estuvo aquí dos. Yo le dije:
“Quédate un poco más y juntos ganaremos”. Él me respondió: “No, Roberto.
Hay otra posibilidad y quiero que vosotros estéis contentos y juguéis al
fútbol como antes”. Le repliqué: “Míster, no crea que ésa es la solución”.
Después seguimos con la conversación en el vestuario junto a varios
compañeros. Yo era el único extranjero, creo. Le insistimos para que se
quedara, pero no fue posible.
Usted dijo que si Camacho daba un puñetazo en la mesa que tuviese
cuidado de romperse la mano...
Mire, yo algún día seré entrenador de fútbol y mi estilo de trabajo será
igual que el de Camacho, queriendo que mi equipo gane desde el principio.
Tengo que arreglar mis pequeños defectos y arreglarlo cuando hablo. ¿Cómo
alguien va a entrar hoy en un vestuario y va a dar un puñetazo en la
mesa? Eso ya no existe en el fútbol. Es muy antiguo, como lo de las
concentraciones...
En Kiev confesó que ésta había sido la pretemporada más dura de su vida
y Camacho dijo que le hubiese gustado hacer en el Madrid lo que hace el
Milán, con ocho horas diarias de trabajo.
No es verdad, en el Milán ya no se hace eso. Esto no es un colegio. En
el fútbol actual hay muchas concentraciones, viajes y partidos, por lo
que casi no te queda tiempo para estar con la familia y los hijos. Eso
sería lógico sólo al final de la temporada, por si es preciso unir más
al equipo en la hora de la verdad. Pero hay veces que se acumulan tantos
entrenamientos que no da tiempo siquiera de llevar la ropa a la
lavandería.
¿Llegó a pensar en subir a un avión y dejarlo todo?
No me fui porque no gané nada este año con el Madrid. Tengo que devolver
el cariño que me ha dado esta afición durante ocho temporadas y sólo me
iré del Madrid cuando gane títulos de nuevo. Después, me iré.
Usted no está en la lista del Balón de Oro, como Casillas y Owen.
Bueno, sí estoy en la lista del FIFA World Player. Esto lo votan los
entrenadores. El otro es por la votación de los periodistas. Creo que
tengo problemas con France Football porque un día no les di una
entrevista y se han enfadado conmigo (se ríe). Juegue como juegue no me
van a dar nunca el Balón de Oro.
¿Está gordo como dicen?
No, por favor. Esta misma mañana me he pesado y estoy en 73 kilos.
¿Sigue algún régimen alimenticio?
No es preciso. Según la semana a veces controlas la carne o el pescado.
Además, si hace frío comes más y pesas menos, y con el calor te hinchas
más.
¿Y si usted fuese García Remón?
Haría lo mismo que él. Yo también sacaría a los Balones de Oro. En
Brasil hay un dicho y es que pongas donde pongas a los mejores del mundo,
siempre van a jugar bien. En este equipo atacamos con seis o siete y
defendemos tres. Cuando yo sea técnico será un equipo muy ofensivo, muy
brasileño, cuidando el espectáculo. Sacaré a los mejores y los adaptaré
para que se diviertan. Hay que ser muy responsable en el sector
defensivo y muy irresponsable en el ofensivo.
Beckham ha vuelto. ¿Dónde lo ponemos, amigo?
El míster es muy listo y tiene ya todo el equipo programado. Sabe en
cada partido a quién va a sacar y a quién va a dar descanso. García
Remón es una persona muy inteligente y sabe de memoria lo que quiere
hacer.
Vieira no vino y frustró al madridismo. ¿También a la plantilla?
Vieira no quiso venir porque creía que demostrando amor al Arsenal hacía
algo importante. Pero cuando alguien dice no al Real Madrid hay que
dejar de hablar de él. Me parece incomprensible que un jugador le diga
no al Madrid.
¿Qué galáctico le falta a su equipo?
Aquí tenemos los mejores delanteros del mundo. Aquí vendrían bien un
Emerson, un Davids, o un Xavi... Me gusta mucho este jugador.
Hábleme de Robinho. Un revulsivo.
Robinho es Brasil. Siempre garantiza espectáculo, es un malabarista con
el balón y divierte al público. Mucha gente pagaría una fortuna por ver
lo que hace Robinho con un balón. Es muy alegre dentro y fuera del campo.
¿Les han perdido el respeto con tanto compararles con el Barça?
Sólo sé que estamos segundos en la clasificación y que pronto seremos
líderes porque estamos jugando bien al fútbol. Lo demás es cosa de la
prensa.
El sábado que viene al Camp Nou...
Ya ganamos allí el año pasado y me acuerdo que dijimos de broma que ya
nos podíamos tirar otros veinte años sin vencer allí. Será bonito y muy
igualado. Si hacemos una porra yo apuesto mi dinero a que vamos a ganar
en el Camp Nou. Será difícil porque tienen un equipo más fuerte que el
año pasado, pero si comparas nombre por nombre el Madrid es superior por
palmarés, historia, conquistas, carisma...
A mí Etoo me da mucho miedo.
Pues a mí no. Usted desde fuera se queda con el jugador que está en gran
forma, pero desde dentro del campo le diré que me he enfrentado a
futbolistas con muchísima más historia que Etoo y les he ganado el
pulso. Le respeto, pero no le tengo ningún miedo.
Y no hablemos de Ronaldinho...
Creo que este año puede ganar el Balón de Oro. Si miran los títulos a lo
mejor se lo dan a Deco, pero por su calidad ha sido Ronaldinho el mejor.
En el Camp Nou a usted le dieron un mecherazo y llevan dos años desde el
cochinillo sin cumplir la sanción. ¿Tiene barra libre el Barça?
La gente debe ir al fútbol sin malas intenciones, no con bolas de acero,
botellas de whisky, latas, pelotas de golf, mecheros... Son vándalos,
gente malintencionada que no debería entrar en un campo de fútbol. Si un
loco tira una botella, da en la cabeza a un jugador y lo mata, ¿qué
pasa? ¿Cómo pueden dejar pasar a un estadio a alguien que lleva la
cabeza de un cochinillo? En Brasil pasa, pero allí sí cierran los
estadios. Aquí no. A un Barça-Madrid hay que ir a divertirse.
Oiga, ahora que Ronaldo ha adelgazado, se enamora y lleva una vida
ejemplar, no mete ni una.
Con Brasil sí mete goles, quizás porque le damos más balones a él. El
sistema en el Madrid es distinto. Él está muy fuerte, presiona y está
corriendo muchísimo. He hablado con él: “Ronie, corre menos y quédate
más cerca de la portería. Así podrás marcar más goles”. Pero cuando el
Bernabéu le ve caminando ya empieza a pitarle. Él corre demasiado y le
falta oxígeno en el área. El matrimonio le irá bien. Seguro (sonríe de
nuevo).
¿Por qué tarda tanto su nacionalización? Se dice incluso que la partida
de nacimiento no llega porque refleja una edad superior.
No es nada de eso. Para Navidad o enero ya estaré nacionalizado. Lo que
ocurre es que yo en Brasil no tenía nada. Ni vivienda, ni mis cuentas,
ni nada. Sólo el pasaporte brasileño. Ahora he tenido que hacer todo ese
papeleo para que me puedan dar la doble nacionalidad. El Madrid tenía
prisa y ya está todo atado. Mi única preocupación era con la gente de
Brasil, crítica con estas decisiones.
¿García Remón es Del Bosque?
Su método de trabajo y su tranquilidad son como los de Del Bosque. Sabe
llevar muy bien el vestuario como lo hacía Del Bosque. Y es madridista
como Del Bosque. Dice las cosas a los jugadores a la cara. Es el tipo de
entrenadores que te gana partidos. Es bonito trabajar con una persona
así. Un vencedor, un tío que sabe lo que hace.
¿Qué tal con Florentino?
Cuando no juego bien es lógico que el presidente se enfade conmigo y me
lo dice. Pero hablamos claro y nos decimos todo a la cara. Es el
presidente, no mi padre. Hay mucha confianza.
Huele a Décima...
Sí, este año nos toca la Champions.
Es el extranjero con más partidos en la historia. Di Stéfano quedó
atrás.
Yo he conseguido sumando todos los títulos de clubes y selecciones más
que Pelé, pero haber superado a Di Stéfano en el número de partidos es
un orgullo. Pero nunca lograré ser lo que ha supuesto Di Stéfano. Una
leyenda.
¿Qué le queda por hacer a Roberto Carlos en el fútbol?
Voy a seguir tres o cuatro años más y después me iré al Santos. Quiero
retirarme allí y con 37 años parar.
Pero mucho antes llega el Albacete, al que metió dos goles el año
pasado.
Este rival me trae buenos recuerdos, pero nos darán hoy mucha guerra. Lo
bueno es que no estamos muertos. La memoria en el fútbol es muy frágil. |