Nudo
Primer acto: Había curiosidad por ver al Real Madrid con Beckham de
nuevo acompañando en el centro del campo a Guti y lo mejor que se puede
decir del inglés es que no estorbó, porque apenas tocó el balón. Todo lo
contrario que Zinedine Zidane, el futbolista con más clase del mundo, el
más lúcido y estético de cuantos han pisado los campos desde que se
retiró Maradona. Ningún jugador es capaz de mezclar lo estético y lo
práctico como Zidane. Todo lo que hace tiene un sentido y una
consecuencia positivia para su equipo. Contra el Albacete el francés
completó sus mejores minutos de la temporada y movió al Madrid con la
soltura que le había faltado en la mayoría de sus encuentros. Cuando el
francés juega bien todo es más sencillo y por eso se vio en la primera
parte al Madrid más bonito y divertido de la temporada. Claro que en
ello también colaboró mucho la candidez de los defensas del Albacete.
El choque comenzó como lo hacían muchos años atrás en el Santiago
Bernabéu, con un gol que anunciaba una goleada de esas tan habituales
temporadas atrás. Zidane sacó un córner en el minuto dos, Raúl peinó el
balón en el primer palo y Ronaldo, solo, marcó de cabeza en el segundo.
Tanto hacía que no marcaba el brasileño que se confundió al celebrar el
gol. Hizo un amago de llevarse el brazo derecho a la frente, pero se dio
cuenta de que a su novia le dedica los goles poniéndose el izquierdo en
su cabeza rapada. La tarde se presentaba plácida del Madrid, pero
aparecieron los males que acompañan a este conjunto y una tremendo fallo
de Samuel, con patada al aire incluida al intentar despejar, permitió a
Francisco empatar. Samuel no vive su mejor momento y le está costando
más de lo esperado adaptarse al fútbol español, pero nadie puede poner
en duda que se trata uno de los mejores centrales del mundo.
En la confusión en la que cayó el Real Madrid apareció Zidane para
impartir una lección magistral y demostrar que él seguro que no está
acabado. Figo aprovechó la ingenuidad de Jaime para robarle el balón y
cedérselo al francés, que soltó un zurdazo imparable, potente y colocado,
desde la esquina izquierda del área. Apenas un minuto después puso,
también con la izquierda, un balón perfecto en la cabeza de Raúl, que no
marcaba en el Bernabéu desde enero. Y aún pudo aumentar su ventaja el
Madrid en la última acción del primer tiempo. Figo recorrió todo el
campo en un rápido contragolpe pero terminó estrellando la pelota en el
poste. El rechace lo mandó alto Zidane.
Desenlace
Zidane y Ronaldo convirtieron al Real Madrid que se enfrentó al Albacete
en el más bonito, sin ninguna duda, de la temporada. El primer tiempo
protagonizado por el francés fue mágico y el segundo del brasileño
espectacular. Los dos mostraron lo mejor de su repertorio e hicieron
disfrutar al público como nunca antes lo habían hecho esta campaña. El
Madrid marcó seis goles, pero pudo marcar muchos más. La parte negativa
del partido la protagonizó Helguera, que se retiró lesionado y podría
ser duda contra el Barcelona, que espera al Madrid con más confianza del
año. |