Por muy mal que le vayan las cosas en la
Liga (o donde quiera que sea), si al Madrid le queda la Copa de Europa
la ilusión de completar una magnífica temporada permanece intacta. Es
como si ninguna sentencia pudiera resultar definitiva y ningún ciclo
pudiera cerrarse mientras ese título esté en juego. Y en el caso del
Madrid, no lo olvidemos, seguir en el torneo no es tener alguna
posibilidad matemática de ganarlo, más bien remota (como otros), sino
tener muchas opciones de hacerlo, opciones que trascienden la
estadística y el momento de forma y que tienen que ver con las emociones
y la historia, con la inercia de un club que aún no ha satisfecho su
voracidad con ese trofeo y al que hasta ofende un poco que sean otros
los que repitan.
Así de importante es el partido de hoy. La clasificación, además del
revulsivo anímico (y económico), sería un lugar donde guarecerse de las
críticas, caso de que el equipo se descolgara aún más de la Liga. Sin
Champions, el invierno sería más crudo y el equipo tendría muchos meses
por delante para escuchar rumores de fichajes, ventas y planes renove,
mucho tiempo de desmentidos, la prensa es malvada. La tercera vía sería
que, sin el desgaste europeo, el Madrid resucitara en la Liga y
alcanzara a un Barcelona que pudiera obsesionarse con la Champions y
descuidar otras obligaciones. En fin, mejor ganar hoy.
La final (que lo es) se jugará en un estadio vacío, con pancartas de los
tiffosi, pero sin los tiffosi, y sin más eco que el de los gritos de los
entrenadores, las voces de los jugadores (pasa, mía, tuya, nostra), el
silbato del árbitro y los choques de tibias, Samuel vuelve a casa por
Navidad. Ambiente de partido en el purgatorio, karaoke sin música.
En el Roma, que no se juega nada, son baja, entre otros, Totti, Cassano,
Montella y Panucci. Los italianos, para esto, son impecables. Me refiero
a las fidelidades a ultranza y al respeto debido, ya sea por los
servicios prestados o por los que pueden prestarse en el futuro. Del
resto del equipo de Del Neri hay que fiarse poco, algunos poseen calidad,
desconocen los códigos y no serían extrañas las primas de primos
terceros.
El Madrid pretende formar con su equipo de más lujo, una vez recuperado
Zidane de sus molestias en la espalda. La incógnita es saber si Figo
estará a tope tras sus problemas en un tobillo y si juega en la
izquierda o en la derecha. Tras la rotación de Villarreal (rotación sin
eje), García Remón vuelve a optar por la exuberancia. De ella dependerá
el destino de esta temporada. Y el destino empieza hoy.
Las opciones
1 Si el Madrid gana se clasifica seguro para octavos.
2 Si empata, necesita que el Dinamo gane en Leverkusen para pasar.
3 Si el Madrid pierde no se clasificaría en ningún caso. Jugaría la UEFA.
Figo jugará infiltrado
Figo sigue teniendo molestias en el tobillo. Ayer se entrenó a menor
ritmo que sus compañeros y tras la sesión se acordó que su participación
en el partido quedara supeditada a una reunión que el portugués
mantendrá en la mañana de hoy con su entrenador y los médicos. Trabajó
infiltrado, y es más que probable que si juega hoy ante el Roma (no se
lo quiere perder por nada del mundo) también lo haga infiltrado.-C.
Colino |