... la tarde se había puesto en
contra con la igualada de la Real Sociedad. Pero lo peor estaba por
llegar. A falta de cuatro minutos para el final, una amenaza de bombo
obligaba a desalojar el Santiago Bernabéu. Lizondo Cortés mandó
rápidamente a los jugadores al vestuario. Desgraciadamente, el fútbol
pasó a un segundo plano, y, ejemplarmente, los cerca de setenta mil
espectadores que presenciaban el partido abandonaron las instalaciones
sin ningún problema. Sólo un deseo, que sea la última vez que un partido
de fútbol se cierre de esta manera. El lunes, en la sede de la Real
Federación Española, se llevará a cabo una reunión para determinar la
fecha definitiva para disputar los últimos siete minutos -3 tiempo real
y 4 de descuento-.
No había margen de error, el Barcelona había ganado en Albacete y la
diferencia había que controlarla. Por eso, el Real Madrid, con su once
de gala, salió muy enchufado al encuentro ante una Real Sociedad, con
una defensa novel, y sin Karpin. El Bernabéu sabía de la trascendencia
del partido, y pobló sus gradas con ánimo de presenciar otra goleada.
Amorrortu no se amilanó en su debú liguero en Madrid, y presentó un once
muy ofensivo.
Guti marca el ritmo
Pese a que no había grandes ocasiones, las áreas vivían en permanente
estado de alerta. Guti por el Madrid, y Nihat por la Real, eran los
hombres más destacados. El ‘14’ marcaba el ritmo del choque a su antojo,
tocaba, manejaba y distribuía. Uno de sus lugares preferidos era la
banda izquierda. Roberto Carlos, más incisivo, subía constantemente y
Zidane la abría los caminos. Figo se unió a ellos con el paso de los
minutos, pero el marcador seguía inamovible.
Nadie prestaba mucha atención a Ronaldo, pero el ‘9’ ya estaba afilando
sus garras. Hasta el minuto 20 no hubo noticias suyas, y en su primera
aparición el asistente le anulaba un tanto por fuera de juego. La Real
Sociedad le había cogido el aire al choque, y pese a la superioridad
aérea de Kovacevic, Samuel y Helguera cortaban los caminos
constantemente. Mientras, la sombra de Ronaldo iba alargándose sobre el
césped.
Ronaldo no perdona
Bueno, en ocasiones contadas. Y una de ellas fue instantes antes de
aparecer definitivamente, cuando le perdonaba la vida a Asier Riesgo
tras una salida en falso. Un murmullo de asombro se apoderó de la
afición, que no comprendía como el brasileño había fallado tan magnánima
ocasión. Ronaldo no dio tiempo a que las dudas crecieran. A falta de
cuatro minutos para el descanso, Beckham y Salgado hacían trizas la
banda izquierda realista, el lateral puso un excelente balón en el área
que Il Fenómeno se encargó de llevar a la red.
Su octava diana liguera dio paso a los mejores minutos del Madrid, que
pudo haber incrementado su cuenta. El intervalo no mermó las intenciones
locales, nada más reanudarse el choque, Riesgo evitaba que la distancia
se ampliase en un remate de Zidane. Había que rematar el triunfo. Guti
seguía siendo el amo del partido, con su toque y su visión de juego,
provocaba el pánico en la defensa rival, que se temía lo peor. Y sólo
Riesgo era capaz plantar cara a las acometidas locales.
¡Qué injusto!
Amorrortu veía que la racha se iba a terminar en Madrid, y movió su
banquillo. Arteta entraba por Alkiza (67´) cuando mejor jugaban los
blancos. Raúl y Ronaldo encontraban los espacios en la defensa
blanquiazul, pero el asistente los anulaba constantemente. El Madrid se
gustaba, pero no cerraba el partido. Y lo aprovechó la Real. Kovacevic
dejaba un balón muerto en el área y Nihat no lo desaprovechaba (73´).
Con un cuarto de hora por delante, el cuadro de García Remón no podía
dejar escapar dos puntos más.
Partido inacabado
El técnico le dio la responsabilidad a Owen, que sustituyo a Figo (75´).
La modificación llevó a Beckham a la derecha y a Zidane a la izquierda,
con Raúl de media punta... hasta que el delegado de campo, Agustín
Herrerín, avisó al colegiado, Lizondo Cortés, sobre la amenaza que
pesaba sobre el Santiago Bernabéu. Urgentemente, el árbitro mandó a los
jugadores al vestuario. El resto, por desgracia, ya lo conocen.
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