Ronaldo protagonizó una de las imágenes del
partido. En el minuto 83, Vanderlei Luxemburgo decidió cambiar al
delantero brasileño por Santiago Solari. Cuando Ronaldo observó que él
era el jugador a sustituir, le cambió la cara. Miró al banquillo con
gesto de enfado y se dirigió a la banda para salir del terreno de juego.
En ese camino, Roberto Carlos se acercó a su compatriota y le pidió
calma porque sabía que a Ronaldo ese cambio no le había gustado nada. El
lateral izquierdo del Madrid era consciente de lo que significaba para
Ronaldo este partido, fundamentalmente porque en el banquillo del rival
estaba Héctor Cúper. Era como un duelo personal entre ambos y Ronaldo se
marchó del encuentro sin finalizar los noventa minutos y sin marcar un
gol, a pesar de que lo intentó en varias ocasiones y de que estuvo a
punto de conseguirlo en sus remates a puerta.
Tras este breve intercambio de palabras entre los dos brasileños, Ronie
prosiguió su camino al vestuario y tras saludarse con Solari pasó por
delante de Luxemburgo diciendo "bien". En esos momentos, el técnico
brasileño estaba siguiendo el juego y ni siquiera observó el enfado de
Ronaldo. Cuando Daniel Pirri le colocó el anorak, Ronie se giró hacia el
técnico brasileño y empezó hablar muy enfadado.
El delantero prefirió no quedarse en el banquillo y desapareció por el
túnel de vestuarios. Las cámaras de Canal Plus captaron a la perfección
el cabreo que llevaba Ronie en ese momento: el brasileño se quitó el
anorak y lo lanzó contra la verja que separa los vestuarios de ambos
equipos.
A buen seguro, el máximo goleador madridista le dio más vueltas a la
sustitución en el vestuario. Luxemburgo lo dejó claro en la sala de
prensa: "Si no le ha gustado el cambio es problema suyo. Yo he venido
aquí para hacer lo que creo". |