Ronaldo verá el encuentro ante el Athletic
desde el banquillo. Owen, el suplente de oro, será su sustituto. Es el
cambio fundamental que Luxemburgo plantea en el equipo que formará
mañana ante los bilbaínos. Prefiere reservar al brasileño, que ha vivido
una semana de entrenamientos atípica tras su enlace con Daniela
Cicarelli en París el pasado lunes. En su decisión no sólo ha influido
la artritis que Ronie padece en el dedo gordo de su pie izquierdo.
También pesa la responsabilidad de sacar un buen resultado ante la Juve
el próximo martes. Y para eso, Luxa pretende que Ronie esté en perfectas
condiciones ante los italianos. Tanta es la importancia que da a la
Champions que no merece la pena arriesgar.
Ronaldo llegó puntual a la sesión preparatoria (será multado por sus
anteriores retrasos). Saltó al campo a las 11:00 horas junto al resto de
sus compañeros. Tras los ejercicios físicos que sirvieron de
calentamiento (en más de una ocasión se echó mano al pie dañado), logró
completar el primero de los ejercicios con balón, fundamentalmente,
disparos a puerta. Pero hasta ahí llegó. A las 11:45 horas, tras una
breve conversación con el preparador físico Antonio Mello, enfiló el
vestuario, donde fue tratado por los fisioterapéutas.
Más tarde, la versión oficial del club relataba lo sucedido. Ronaldo
había sentido dolor durante el entrenamiento y se tomó la decisión de
parar. Según los galenos de la entidad, la inflamación ha remitido casi
en su totalidad, pero la articulación le sigue doliendo y el jugador
está siendo tratado con antiinflamatorios.
Teniendo en cuenta que detrás de Ronaldo hay otro delantero en plantilla
que fue Balón de Oro (Owen), Luxemburgo parece haber tomado la decisión
de sentar al brasileño. Sólo podría remediar este hecho que Ronie
completara hoy un entrenamiento entero e intenso. De cualquier manera,
sería el primero que realizase desde la pseudoboda que se celebró el
pasado lunes en París. |