El Madrid se apunta a la Liga y lo
hace a lo grande. Los de Luxa pasaron por encima de un Barça que fue
arrollado por un equipo con más fuerza, más clase y un demoledor ataque
que golpeó hasta en cuatro ocasiones la portería de Valdés. Los tantos
de Zidane, Ronaldo, Raúl y Owen pudieron con los de Eto’o y Ronaldinho.
La pizarra de Luxemburgo dio una lección a la de Rijkaard y todavía
queda mucha Liga por disputar. Ya sólo son seis puntos de distancia y el
mazazo moral para los culés puede ser determinante de cara al sprint
para el final de la Liga
El Madrid salió dispuesto a derribar al Barça sin respetar siquiera las
presentaciones. Cuando no habían pasado ni cinco minutos, David Beckham
ya había corrido tres veces la autopista de la banda derecha para poner
buenos pases al corazón del área culé. Los blancos se quedaron con la
pelota, y a fuerza de percutir, Ronaldo se encontró en el minuto nueve
con un balón tras un mal despeje de Gio. La puso blandita, por encima de
Valdés, para que Zidane la empujara con su despejada cabellera. Era el
uno cero y el cemento del Bernabéu empezaba a palpitar con fuerza.
Tras el gol, el Barcelona quiso encontrar su pulso y buscando la acera
de Roberto Carlos consiguió crear un par de ocasiones de cierto peligro
para la portería de Casillas. Ronaldinho intentó poco a poco ganar peso
en el encuentro, pero chocaba una y otra vez contra la roca danesa. El
partido se fue igualado en posesión, pero los de Luxa seguían estando
mucho más afilados en sus ataques.
Y de tanto rondar la suerte, Beckham sacó un billete de avión para la
pelota en un saque de falta. Ronaldo esperó el regalo y terminó con su
mala racha de un cabezazo. Por fin volvió a levantar el brazo sobre su
frente, el nueve regresaba cuando más hacía falta, una asistencia y un
gol. No habíamos llegado ni a la primera media hora de juego y no
paraban de pasar cosas en el Bernabéu.
El Madrid tenía más hambre, más clase, más juego y el Barça ni las veía
venir. Pero en una jugada aislada, un balón dividido en el área encontró
la poderosa zancada de Eto’o, que pudo con todos y puso el 2-1 en el
marcador (minuto 30).
El gol dio alas a los de Rijkaard, que casi siempre por su banda derecha,
encontró en la dupla Belletti-Giuly su mejor propuesta ofensiva. El
Madrid puso pausa a los nuevos bríos culés, buscando que el descanso
permitiera reorganizar las ideas. Pero aún así, Casillas tuvo que
estirarse en un par de ocasiones, sobre todo en una nueva cabalgada de
Eto’o desde su campo, que terminó con un despeje de Beckham y una buena
mano del portero.
Agonizaba ya el primer tiempo, la que presumía ser la última jugada
comenzó con un pase de Zidane a Roberto Carlos, el brasileño la puso
larga, parecía que demasiado, pero el día de su 32 cumpleaños, Roberto
corrió como si tuviera 20, fue comiéndole metros a Xavi, hasta que le
ganó la posición. Después llegó el centro raso a Raúl que tantas veces
se ha visto en el Bernabéu y el capitán demostró que siempre se apunta a
los grandes encuentros. 3-1 y aún quedaban 45 minutos.
El segundo acto comenzó como acabó el primero, el Barcelona seguía
dominando, pero cada vez con menos picante. Pavón, Helguera y Casillas
se bastaban para frenar la ofensiva azulgrana y Beckham seguía luciendo
su mejor versión como interior diestro. El Barça tocó la corneta y atacó
con todo, pero eso creaba espacios. Era el turno de Owen, el más rápido
de todos, que en una contra eléctrica se adelantó a la defensa azulgrana
y con su habitual seriedad inglesa, marcaba el cuarto. Luxa sonreía en
el banquillo. EL Barça naufragaba, pero encontró una madera a la que
agarrarse. Ronaldinho marcó el 4-2 de falta directa, que permite a su
equipo recuperar la ventaja en el goal average general. El Madrid pudo
aumentar su renta, pero le faltó suerte en los últimos minutos. Queda
mucha Liga, y el Madrid sigue en la pomada. |