22/04/2005
LUXA QUIERE PINGANILLOS EN DOS DE SUS JUGADORES
Todo entrenador tiene su tesoro particular
y suele estar al alcance de muy pocos. Este gran secreto gira en torno a
los métodos de trabajo que utiliza en la soledad de su despacho, alejado
de aficionados, de cámaras, de objetivos y por su puesto de todos los
medios de comunicación. Pero no se trata de su laboratorio porque como
dice Luxa: "Fútbol no es ciencia". Así de sencillo.
No es habitual que un técnico explique sus intimidades profesionales en
la prensa, pero ayer Luxa hizo una excepción y en rigurosa exclusiva
mostró para los lectores de AS cómo prepara cada partido con los
jugadores del Real Madrid.
Incluso adelantó dos novedades revolucionarias que quiere establecer a
partir de la próxima temporada: la primera es que tiene la intención de
que dos de sus jugadores lleven en sus orejas un pinganillo de silicona
por el que se pueda comunicar con ellos (ya ha pedido al Madrid que
solicite los preceptivos permisos a la FIFA); y la segunda es que el
próximo año, en los descansos, les pondrá a sus jugadores unos vídeos de
algo más de dos minutos donde les mostrará los errores de la primera
mitad. De igual manera, la nueva Ciudad Deportiva dispondrá de una sala
especial que ya ha pedido para la proyección de vídeos.
Por tanto, Luxemburgo se podría convertir en un revolucionario del
fútbol y quién sabe si dentro de unos años todos los técnicos se
comunicarán con sus jugadores de esta manera. Incluso se atrevió a dar
su visión del fútbol al máximo organismo mundial: "El fútbol está
antiguo porque la FIFA es muy conservadora. No hay que cambiar el fútbol
en reglas, sino en tecnología. Los errores de los árbitros deben seguir
porque de esas polémicas también vive el fútbol. La alta tecnología debe
ayudar a preparar el partido. El segundo entrenador tiene que estar
arriba, no a mi lado. Tendrá una visión distinta".
Luxa tuvo tiempo incluso de referirse al partido ante el Villarreal: "Es
una final para nosotros, como el partido ante el Barça, o incluso más
final que aquel encuentro ante el Barcelona. Si no ganamos estamos fuera.
Los jugadores tienen que entrar a tope y fuertes. La semana fue muy
buena, muy productiva, trabajamos muy bien. Mi preocupación es la
siguiente. Nosotros tenemos que ganar todo. Si pinchamos como contra el
Getafe, malo. Tenemos que hacer nuestra parte. Cada partido es una final.
Hay que tener la ilusión". Palabra de Luxa, palabra no de un entrenador,
sino de un estudioso del fútbol.
Ricardinho ya se lo puso
Luxemburgo ya utilizó en su etapa del Corinthians los transmisores en la
oreja de dos de sus futbolistas. Uno era el portero y otro Ricardinho,
hombre de su máxima confianza. Marcos Teixeira (segundo entrenador
madridista) tiene mucha gracia contando las reacciones de Ricardinho
cada vez que recibía instrucciones: "Era muy gracioso ver las reacciones
de Ricardinho. Él, a veces, se quedaba en la mitad del campo y empezaba
a hacer gestos raros, hablando solo y los rivales le miraban y decían 'a
éste le está pasando algo' (risas). En las faltas se reunía con los
jugadores y les decía 'el mister dice esto y lo otro' y los adversarios
no daban crédito e incluso a veces cuando estaban al lado suyo
escuchaban voces (risas)".