Brasil se presentó en Buenos Aires sin
Ronaldo, y temiendo por el agua. La cosa se remonta nada menos que al
Mundial de Italia-90, cuando Argentina eliminó a Brasil tras 89,5
minutos de dominio brasilero y medio minuto de conexión
Maradona-Caniggia, que vino a confirmar que aquel campeonato lo habría
ganado el equipo en el que se hubiera alineado el Pelusa. Hace unos
meses, el lateral Branco, que jugó aquel partido, explicó que había
bebido agua de una botella que le dieron los argentinos y desde ese
momento se había quedado como sin fuerzas. En pleno delirio, salió
Maradona y se puso al lado del brasileño, asegurando que Bilardo metía
cosas en las botellas. Bilardo salió al cruce con una rapidez que
envidiaría Samuel para desmentirlo todo. Por lo visto, los brasileños no
se lo creen del todo y 15 años después se han planteado llevar su agua a
Buenos Aires, lo que provocó el pitorreo general de la hinchada
argentina, cuyo afán por reírse de los brasileños es bien conocido. Las
colas de tres días para hacerse con una de las 15.000 entradas puestas a
la venta en el Municipal confirman que éste es el partido de América y
aunque sabemos que no es decisivo, pues los dos equipos estarán
presentes en la fase final de Alemania, está en juego el honor. El del
fútbol y el del agua. Es una parte de la herencia de Bilardo, tan dada a
estos episodios, y también la certeza de que incluso los brasileños
están abiertos a hacer cosas raras como presentarse en la capital de
Argentina con el agua a cuestas. |