En el primer borrador
del nuevo Real Madrid no entra Raúl. Robinho lo desplaza de la delantera
por razones obvias y Zidane le cierra el sitio en la media punta, ya que
Luxemburgo quiere que el francés se mueva por esa zona con absoluta
libertad de movimientos; Luxa entiende que así se podrá recuperar al
mejor Zizou, condenado últimamente en la banda. El ala izquierda del
centro del campo, otra de las demarcaciones en las que ha actuado el
capitán, está previsto que la ocupe Diogo, que ya jugó de interior zurdo
en Peñarol. El uruguayo no se pegaría a la banda, sino que la dejaría
despejada para las subidas de Roberto Carlos, de modo que, más centrado,
su misión sería colaborar con Pablo García en las tareas de brega.
Otro papel.
Habrá a quien sorprenda la teórica suplencia de Raúl, pero lo cierto es
que, incluso descartado Figo, seguían sobrando galácticos en el once. Es
imposible equilibrar el esquema si se alinea a Raúl, Zidane, Ronaldo y
Robinho, cuatro atacantes. Si coinciden, el centro del campo queda
desguarnecido y nadie mejor que Casillas conoce las consecuencias. Pero
la suplencia de Raúl no significaría su jubilación, sino la
interpretación de un nuevo papel, ya que sería el primer recambio de los
tres hombres de arriba. Lo que en baloncesto se llamaría "el sexto
hombre".
Pero hay más novedades. En el club hay confianza ciega en que Woodgate
estará totalmente recuperado para el principio de temporada y se sueña
que haga pareja con Sergio Ramos en el centro de la defensa. Si la fe
mueve montañas, no hay motivo para pensar que no pueda curar tendones.
Por si no hay milagro (o se retrasa), siempre quedará Helguera. |