Pesadilla.Advertía Iván Helguera que
Munitis era el peligro del Deportivo. Malas noticias para Diogo. Los
fatales presagios se confirmaron cuando el cántabro comenzó a
protagonizar el juego ofensivo local. Pedro estaba valiente y confiado,
y Diogo todavía tenía agujetas por culpa de Vicente. Seguro que Michel
se mordía las uñas en casa.
Globalizados. El Depor tanteó en verano a un coreano y un japonés, pero
acabó eligiendo a un canadiense, recomendado por el ex madridista Jaime.
Bobby de Guzmán fue lo más exótico que ha llegado a nuestra Liga esta
temporada. El Makelele de Toronto justificó ayer que es bueno mirar a
los nuevos mundos del fútbol. Mientras Florentino conquista Asia,
Lendoiro pesca en Norteamérica.
Con recelo.Juanma y De Guzmán llegaron a A Coruña con el recelo de la
afición y la Prensa. Dos futbolistas a los que avalaba más su trabajo
que su talento, cosa poco habitual en los refuerzos del Depor no hace
mucho. Con Caparrós ha cambiado la decoración en Riazor y los zapadores
han ganado peso en el equipo. Anoche no sólo hicieron bien su labor de
destrucción, sino que además se sumaron al ataque desequilibrando un
choque en el que el talento andaba muy enredado. El Madrid fichó a
Robinho y Baptista, el Depor trajo a De Guzmán y Juanma. Ayer, Lendoiro
se cargó de razón, porque sus dos refuerzos marcaron.
Llorones.El Depor no se quejó por la alineación de Beckham, como no se
quejó hace dos años porque jugara Figo. En A Coruña pasan de Franco, de
teorías de la conspiración, del Estatut y de casi todo lo que ocurre
fuera del campo. Lo de Messi es otra cosa y la justicia ordinaria lo
demostrará. El fútbol está harto de llorones. |