Se han conjurado. Son los primeros en
admitir que los últimos resultados no han sido buenos, pero tienen la
solución: Y está en ellos. Esta imagen de Robinho es la que mejor define
cómo intensifica el equipo sus esfuerzos de cara al próximo partido ante
la Real Sociedad. El brasileño se machacó en el gimnasio, junto a su
compañero Ronaldo. Luego llegaron los titulares ante el Lyon. No quieren
volver a tropezar. Vimos rostros de esfuerzo y sacrificio en “la sala de
máquinas” de Valdebebas. Y signos de conjura.
Apenas once horas después del empate sufrido ante el Lyon, Robinho ya
trabajaba en el gimnasio de la Ciudad Real Madrid de Valdebebas. Su
estado de ánimo era similar al del resto del equipo. Los jugadores están
molestos con los últimos resultados, saben que no han ofrecido el juego
que esperaba la afición ante dos rivales importantes. De ahí su ansiedad
por reconducir el camino lo antes posible.
En la jornada posterior al duelo frente a los franceses, la plantilla
blanca se ejercitó en Valdebebas. Realmadrid.com fue testigo de cómo
trabajaron algunos de nuestros jugadores en el gimnasio. Como Ronaldo,
que apura su proceso de recuperación con la presencia del cuerpo médico
del club. O como Robinho, que tras permanecer unos minutos en el terreno
de juego, siguió su trabajo en el gimnasio.
El jugador, que sufrió un golpe en el empeine durante el partido, se
retiró al gimnasio, donde se estuvo machacando en la sala de máquinas.
Allí coincidió con Ronaldo, que prosigue su proceso individualizado de
recuperación, y más tarde con los titulares que se enfrentaron al Lyon,
los Casillas, Diogo, Helguera, Guti, Zidane, Sergio Ramos, Pavón Pablo
García y Beckham (el inglés alternó el gimnasio con la piscina,
siguiendo un tratamiento específico para acabar con la lumbalgia que
arrastra desde hace varias semanas). Sólo faltó Roberto Carlos, que
siguió un programa personalizado para superar sus molestias musculares.
Se machacaron pensando en los próximos compromisos del equipo,
comenzando por el complicado duelo que les espera en San Sebastián,
donde quieren mostrar su verdadera cara. Y cambiar el curso de los
acontecimientos para volver a la senda vencedora. Lo saben: depende de
ellos. |