Estoy convencido de que lo
ocurrido esta semana no afectará a Ronaldo. Es obvio que se equivocó en la fecha
escogida para reclamar el cariño del Bernabéu, pero también resulta evidente que
no lo hizo como parte de un plan urdido con premeditación. Ronaldo puede ser
bruto a la hora de expresar sus sentimientos, pero es un tío noble. Algunos
quieren ver en sus manifestaciones algo parecido a lo que ocurrió cuando
abandonó el Barça o el Inter. Falso.
A Ronaldo, más que los pitos del último mes, le sigue doliendo, por ejemplo, el
desafecto de la afición el día que mostraba su Balón de Oro recién llegado.
Aquellos gritos de Raúl, Raúl, Raúl, siguen martilleando su cabeza. Como le
agobia ver que nadie en la caseta repare en los más de 20 goles que marca por
temporada. Si se va, será porque le inviten a marcharse. A poco que le pidan que
cumpla su contrato, lo hará. |