El Real Madrid ya ha
identificado el objetivo prioritario para la delantera del año que viene
y la de muchos años más: Wayne Rooney. La idea está en fase embrionaria,
pero el Madrid conoce el camino que lleva a Rooney. Antes de fichar por
el Manchester (agosto 2004), sus representantes tuvieron conversaciones
con el club blanco que no fructificaron porque se dudaba de la
personalidad del jugador. Su éxito en Old Trafford sigue sin despejar la
duda (¿es el tipo de futbolista que puede rendir en el extranjero? ¿Es
un Beckham dispuesto a la aventura o un Owen que necesita rodearse de
los suyos?), pero ha dejado claro que puede convertirse en la pieza
principal de un equipo grande en Europa. Y el Madrid estaría dispuesto a
colocarle al lado de otros futbolistas jóvenes con gran potencial:
Robinho, Cicinho, Ramos y quién sabe si Cesc o Xabi Alonso.
Cuando el Madrid sondee la posibilidad de abandonar al Manchester, se
encontrará con un no rotundo del club y de Ferguson. Fernando Martín
tendrá que utilizar cualquier resquicio posible para poder llevar a buen
puerto uno de sus sueños. Ferguson continuará dirigiendo el equipo la
próxima temporada y su idea es construir el futuro alrededor de Rooney,
Rio Ferdinand y Cristiano Ronaldo. Pero los nuevos dueños, la familia
Glazer, están forzados a vender al menos uno de sus jugadores clave, en
principio Van Nistelrooy. El Madrid podría intentar hacerles cambiar de
idea.
Rooney firmó un contrato de seis años con el club inglés valorado en 44
millones de euros, poca cosa comparado con su valor comercial. Su rostro
ha sido impreso en 500 millones de latas de Coca Cola durante este año y
sus contratos con la bebida, con Nike, con XBox, con la cadena de
supermercados Asda y con Ford superan los 22 millones de euros. Su
fortuna está valorada en 36,7 millones de euros y acaba de firmar un
contrato con una editorial que le pagará 7,3 millones por escribir cinco
libros en los próximos 12 años.
Tan grande es su imagen que su agente, Paul Stratfford, ha dicho que le
veía superar a David Beckham en un plazo de cinco años y que se
convertirá en un jugador cuyo valor comercial superará los 150 millones
de euros. |