La guerra mediática que
hubo entre Raúl y Ronaldo en la semana del Arsenal la ha ganado el
brasileño. Lo que dijo Ronaldo estuvo perfecto. Fue una declaración
humana, carente de ventajismo. Estaba triste y lo soltó. Creo que la de
Raúl no fue justa por hacerla pública. De alguna manera tiró contra la
grada a Ronaldo. Eso se lo tenía que haber dicho en el vestuario. Ahí el
capitán hubiese estado perfecto, pero no lo estuvo.
Hoy los dos rostros de Ronaldo y Raúl están marcando quién tuvo razón y
quién gano la guerra de príncipes. El rostro de Ronaldo se ve contento,
como si recién hubiera llegado al Madrid. Está demostrando lo que yo
vengo diciendo: que quiere acabar su carrera en el Madrid. Está
triunfando como un principiante que quiere ser de nuevo el cacique
dentro de la cancha. El sábado, con esa genialidad, salió en todas las
portadas. Por su parte Raúl está demostrando su tristeza. Sigo creyendo
en él, pero en este momento tiene que ser suplente en el Madrid. Raúl
debería hacer lo que Ronie para ganarse el lugar que el brasileño ha
vuelto a recuperar. |