Promesa. No acostumbro a
aseverar lo que no puedo cumplir. Por eso quiero que conste en acta la
siguiente reflexión. Si el Madrid asegura la Champions, quedando tercero
o cuarto en la tabla, con un gol heroico en el último minuto como el que
metió ayer Sergio Ramos, no seré yo el que admita que un solo madridista
de bien festeje entrar en Europa por la puerta de servicio. Todos
criticamos en su día que el Barça celebrase el famoso gol de chilena de
Rivaldo al Valencia como si hubiera ganado esa Copa de Europa de la que
sólo tiene una réplica. Aquello fue un síntoma de debilidad. ¡No
caigamos en el mismo error! El cabezazo del tarzán de Camas sirve para
aliviar el dolor de la herida. Pero no hay motivo para brindar. Sólo si
el Madrid vence en Pamplona, da caza al Valencia y termina subcampeón de
Liga existirán motivos para asomar la gaita en la calle con la frente
alta y el orgullo intacto. ¿O no?
Sergio & Cassano. El dinero es secundario cuando se intenta
comprar solomillo del bueno. Ramos costó 27 millones de euros, firmó por
ocho temporadas y defiende el escudo del Madrid como si le fuese la vida
en ello. Conclusión: ha salido barato. Cassano vino con aspecto de
sobrero, lleva cuatro meses hundiendo a los publicitarios de Corporación
Dermoestética y ayer se empeñó en ser el jugador número 12 del Málaga.
Hasta mi amigo José Portas, el cassanólogo por excelencia, me envió este
SMS como penitencia al acabar el partido: "Mano dura para Cassano, que
le quiten tres kilos de la nómina y de la tripita y hagan capitán a
Sergio Ramos". Tipo listo.
Peñas valientes. Me consta que algunos se burlan de ellos, los
ven como marionetas y dudan de su capacidad de actuación. Pues esa gente
se equivoca. Los humildes integrantes de la 'Plataforma Elecciones Ya'
fueron capaces de reunir casi 4.000 firmas a pesar de no contar con
medios logísticos ni apoyo económico alguno. No me sorprendió su éxito
de convocatoria. Son madridistas, una condición que no entiende de
hacienda, patrimonio o linaje. Son auténticos, sólo buscan lo mejor para
el club de su alma y, me consta, festejaron el gol de Ramos como si
fuese el de Zidane en Glasgow. Luis XVI se tomó a chanza la revuelta del
pueblo el 14 de julio de 1789, pero cuando tomaron La Bastilla ya era
tarde para el monarca francés. Allá ellos...
Audis caros... Lo más patético es que el Madrid derrota al
colista (el Málaga tuvo una "actitud grandiosa", que diría el filósofo
Caro) cuando ya sonaba la bocina y parece que muchos siguen encantados
de conocerse. Resulta irritante que hoy, tras el entrenamiento, los
jugadores vayan a recibir en Valdebebas sus lujosos Audis
correspondientes a este año. Supongo que es el premio a la consecución
de objetivos. Si en una empresa tú fracasas en las líneas estratégicas
marcadas y te dan una paga extraordinaria a cambio, el anuncio de
suspensión de pagos estaría a la vuelta de la esquina. No es el caso,
porque la economía del Madrid es modélica. Pero la ruina moral es
terrible. El Audi de hoy será para algún jugador el coche número 17 de
su colección. Además, ya es sabido que muchos se niegan a ir en el Audi
a los entrenamientos a pesar de que es una petición del club para
justificar los ingresos que genera el patrocinio de la firma alemana.
Señor, señor...
Caro, impresionante. Lo malo de que acabe esta temporada es que
López Caro dejará de deleitarnos con sus frases para la hemeroteca. Ayer
afirmó sin sonrojarse: "Hemos tenido fases de juego impresionantes". Lo
peor es que lo cree de corazón. Así estamos. Miles de empates, victorias
agónicas y fútbol anoréxico. Caro está de vuelta. Con el Málaga empezó
su andadura en diciembre y ahí le tienen. Inmutable. Que siga entrenando
dos días a la semana a puerta cerrada. Ojos que no ven, corazón que no
siente...
¡Viven! El madridismo, personificado en Nadal, Dujsebaev y Alonso,
está vivo. Merengones ejemplares. El reloj del Madrid sigue parado. ¿Quién
volverá a ponerlo en hora? FM, tu turno. |