La seguridad de la concentración que está
llevando a cabo la selección brasileña en la localidad suiza de Weggis
previa al Mundial de Alemania ha sido reforzada, después de que cinco
aficionados invadieran este viernes el entrenamiento del equipo dirigido
por Carlos Alberto Parreira.
Entre las medidas adoptadas, se ha cerrado parte de la grada que se
situaba detrás de una de las porterías, así como se ha reforzado la
seguridad en la zona de prensa, donde desaparecieron dos ordenadores
portátiles y una cámara digital.
El conjunto brasileño desarrolló la mayor parte del trabajo en la mañana
de este sábado dentro del gimnasio y sólo aparecieron en el campo de
entrenamiento para ejercitarse brevemente.
Varios miles de aficionados, que habían agotado con varios días de
antelación las 45.000 entradas puestas a la venta para asistir a los
entrenamientos de la 'canarinha', han seguido de cerca a los
pentacampeones mundiales desde que llegaran a Suiza para preparar la
cita mundialista. |