Lo fácil es demonizarlo, hacer chanza de su
corpachón (está grande, fuerte y ancho, no gordo) y seguir la corriente
crítica que aboga por su jubilación anticipada. Que si está fuera de
forma, que si su peso es el secreto mejor guardado de la canarinha...
Decía San Pablo que "la verdad os hará libres". En el caso de Ronaldo
sólo hay una verdad irrefutable, incluso, para sus principales críticos
(Ferrándiz lidera esa insurgencia ideológica): "Ronie es el mejor
delantero centro del mundo". Las apuestas no engañan y todos los que
quieren asegurarse un dinerito fácil han depositado sus ahorrillos
pujando por un Ronaldo que acabe como máximo artillero en en el Mundial
de Alemania, como ya hiciese en Corea y Japón hace cuatro años. ¿Quién
le hará sombra?
Les confieso que anoche me emocionó su reencuentro con las redes
enemigas, esas amantes silenciosas que aplauden el regreso de R9 a su
territorio favorito. Sé que el animoso combinado del Lucerna era más
ingenuo que mis paisanos del Vandecopas C.F., pero hasta en las
pachangas se nota el hambre de este Shrek entrañable. El pase en
profundidad de Kaká (candidato Calderón, tome nota) dio pie al primer
gol del killer desde aquel 8 de abril ante la Real. Las lesiones le han
alejado de sus números, pero aún así saldrá de Alemania como el máximo
goleador de la historia de los Mundiales (con tres superará a Müller y
con uno igualará al francés Fontaine) y en el Madrid les recuerdo que
acabó por encima de Robinho, Baptista y Raúl. Es el number one. |