Han sido trece días, pero ayer llegó la
despedida de Brasil de la localidad suiza de Weggis, una pequeña villa
de unos 4.000 habitantes que ha sido el epicentro turístico del país en
las últimas dos semanas por el tirón de la canarinha.
Y no es para menos. Las autoridades locales estiman que en torno a
200.000 turistas han visitado Weggis en estas casi dos semanas para ver
de cerca a los de Parreira, aunque con calma: el ambiente de euforia que
se vivía en la ciudad no traspasó los límites del hotel en el que se
albergaron los brasileiros.
Por este motivo, Brasil organizó una despedida ayer para el público que
les visitó. Más que un entrenamiento, Parreira organizó un espectáculo
futbolístico formado por dos equipos que atacaban sobre la portería de
Dida. La buena noticia la dio Ronaldo, que recuperado del golpe en el
pie que sufrió el día anterior pudo entrenarse con normalidad.
Ayer por la noche, la expedición brasileña se trasladó a Ginebra,
también en Suiza, donde hoy (18:00, a las 19:00 por La Sexta) disputará
un encuentro amistoso contra Nueva Zelanda en la que se espera que todos
los convocados dispongan de minutos de juego.
Súplica. Uno de los jugadores que apenas disponen de minutos es el
madridista Cicinho. El lateral derecho de la canarinha parece coto
exclusivo de Cafú y Cicinho lo tiene asumido. "Ya he jugado quince
minutos en el último amistoso y espero que ante Nueva Zelanda pueda
jugar otro ratito. Cafú es un lateral sensacional y el capitán de la
Seleçao, así que lo único que puedo hacer es entrenarme a tope por si me
necesitan, aunque sé que jugaré poco".
Eso sí, en tono de guasa Cicinho le suplicó a Cafú que le deje jugar un
rato en el Mundial. "Con quince minutitos me conformo, pero yo también
quiero mi rato de fama. Espero que Cafú quiera descansar un día y así
poder debutar en una Copa del Mundo". |