La fiebre que impidió entrenarse a Ronaldo
hoy fue causada por una "infección en las vías respiratorias" pero su
recuperación es satisfactoria y volverá este viernes a las prácticas,
informó el médico de la selección, Serafim Borge.
El médico minimizó el problema que evidenció el jugador al despertarse
hoy y lo atribuyó al posible efecto de los súbitos cambios de
temperatura que se han registrado en Suiza, donde la delegación
emprendió su preparación para el Mundial, el 22 de mayo, y Alemania,
adonde llegó el lunes pasado.
"Las variaciones de temperatura afectan a cualquier persona, puede ser
que estos cambios hayan contribuido al surgimiento de la infección",
dijo.
Agregó que, debido a la fiebre, el jugador fue preservado de la
actividad desarrollada hoy por el resto del equipo en la ciudad alemana
de Offenbach, a 35 kilómetros de Koenigstein, sede de la concentración
de los brasileños en Alemania.
Borges descartó completamente que la "infección de las vías
respiratorias" tenga relación con las ampollas en los pies que afectaron
al jugador en la última semana debido a algún problema en el diseño de
los nuevos botines que viene usando.
Las heridas llegaron a estar "en carne viva", según descripción hecha
por el jefe del departamento médico de la selección, José Luiz Runco, el
domingo pasado tras el partido amistoso que Brasil ganó por 4-0 en
Ginebra a la selección de Nueva Zelanda.
Runco admitió entonces que Ronaldo no estaría apto para jugar, si el
Mundial comenzara para Brasil ese día.
La repercusión de sus palabras se extendió a Brasil, y un grueso sector
de la prensa señaló como culpable al patrocinador y fabricante de los
botines, pero el martes el doctor devolvió la tranquilidad al afirmar
que el problema había sido superado.
Ronaldo fue sometido a un tratamiento con una crema y las heridas, en
proceso de cicatrización, le permitieron entrenarse con normalidad entre
el martes y el miércoles.
A su turno, el entrenador Carlos Alberto Parreira mostró hoy absoluta
tranquilidad en relación con el caso y explicó que mientras los demás
jugadores cumplían en Offenbach un partidillo en campo reducido, el
delantero del Real Madrid desarrollaba un trabajo especial en el
gimnasio adyacente al hotel de la concentración.
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