Ayer se desveló el secreto mejor guardado
de la selección brasileña: el peso actual del mismísimo Ronaldo, que
tantas veces se había negado a desvelar el propio jugador. Tras la
conclusión del entrenamiento de ayer, todos los futbolistas pasaron por
la zona mixta del Westfallen Stadium para atender a los medios de
comunicación.
Todos, y hasta el preparador de la selección brasileña Moraci Santana,
que sin quererlo fue el protagonista de la noticia bomba de la jornada.
Cuando el máximo responsable de la parcela física de la Penta fue
preguntado por el estado de forma de Ronaldo, Santana dio todo tipo de
datos sobre el peso del delantero: "Del día de la presentación en Suiza
hasta la víspera del juego contra Australia él había perdido 3,2 kilos.
De esa fecha hasta ahora, perdió un kilo más. Ahora está con 90,5, medio
kilo arriba de su peso ideal teniendo en cuenta su porcentaje de grasa.
Un kilo más o un kilo menos no es apreciable en estos casos".
Esta declaración de Santana confirmó en todos sus extremos la mala forma
en la que llegó el delantero brasileño a este Mundial (a Ronaldo le
sentó como un tiro que el preparador físico hiciera públicos sus 94,7
kilos). Sin embargo, la noticia va mucho más allá. Según ha podido saber
AS, no sólo Ronaldo fue el jugador que llegó en una pésima forma física
a la concentración de la selección brasileña en Suiza antes de viajar a
Alemania, sino que sus compañeros en el Real Madrid Roberto Carlos,
Robinho y Cicinho también dejaron sorprendidos a médicos y preparadores
físicos por el bajo estado de forma y los altos niveles de grasa que
presentaron.
Off the record, los preparadores físicos de Brasil se preguntan cuál fue
la preparación en Madrid para que estos jugadores llegaran en estas
condiciones, aunque a estas alturas, y tras un plan específico para
ellos, los madridistas ya están en una forma física idónea para jugar al
fútbol. |
