El futuro de Ronaldo se va aclarando a
medida que van cayendo piezas de su enrevesado puzzle. El brasileño ya
sólo se debate entre el Madrid y el Inter, las dos camisetas que ha
defendido en los últimos diez años de su carrera. El Milán no ha podido
acercarse siquiera a las exigencias de Calderón y Mijatovic (30-35
millones de euros y una opción de compra sobre Kaká), por lo que ayer el
club lombardo arrojó la toalla en su página web anunciando que el
fichaje de Ronaldo "queda definitivamente descartado" (aunque en el
Madrid desconfían de ese comunicado argumentando que: "Ya conocemos cómo
se las gastan los del Milán y no descartamos que hagan otra ofensiva la
próxima semana").
A los diez minutos de salir el comunicado del Milán (13:30 horas),
Ronaldo telefoneó a Calderón para insistirle en su deseo de quedarse en
el Madrid. Según pudo saber AS, Ronie transmitió a su presidente su afán
por demostrar a Capello que aún es el goleador determinante que le hizo
fichar por el Madrid en el año de su Centenario: "Presidente, si me
quedo aquí y juego me veo capacitado este año para marcar treinta goles.
Yo no he negociado con nadie para irme".
Calderón ya dejó claro tras el Trofeo Bernabéu que la decisión final
sobre la marcha o continuidad de Ronaldo "depende del jugador.
Respetaremos lo que él decida". Por lo tanto, ahora queda todo en manos
del propio Ronaldo.
Si nos atenemos a la conversación mantenida ayer con el mandatario
madridista (que se encuentra descansando con su familia en aguas del
Mediterráneo antes de regresar para ver el Madrid-Villarreal), Ronaldo
tiene decidido quedarse. De hecho, a Calderón le explicó que su hijo
Ronald está muy adaptado a la vida en Madrid y tiene sus mejores amigos
en el colegio, por lo que trasladarse de ciudad le originaría un
problema familiar que prefiere evitar. Calderón no moverá ficha y desde
el lunes (el plazo de compras y ventas finalizará el jueves 31, a las
doce de la noche) determinará Mijatovic si se hace oficial la
continuidad del carioca o se atiende a las llamadas del Inter de Milán.
Baptista
En este caso, el asunto es sencillo. O Moratti mete en la operación a
Adriano y paga, además, diez millones de euros o no habría traspaso.
Pero Baptista (tercer extranjero de la plantilla de Capello junto a
Robinho y Diarra) no está por la labor de irse al Tottenham (que ha
subido su oferta a 18 millones de euros), por lo que todo podría quedar
aplazado al mercado de invierno. Por entonces, Baptista ya tendrá
pasaporte comunitario y la llegada de Adriano no afectaría al cupo de
extracomunitarios. |