Ronaldo en Milán y Riquelme en la grada.
Por si tenían dudas, el talento no hace perdonar todo. Mucho sí, pero no
todo. El mundo cambia tan rápido que conviene fijar los recuerdos al
dictado: este Villarreal es el mismo equipo que fue semifinalista de la
pasada Champions League. Un respeto a su mérito y a su amputación
voluntaria. Que este club prescinda de su estrella más brillante es
bastante más traumático que los recortes de Fabio Capello. Riquelme era
el faro, el motor, el rey. Tendrán que proclamar otro. Pronto.
El Madrid tiene la ventaja del tiempo: ya ha asumido su nueva fisonomía.
Juventud y seriedad. También unión. Si el Villarreal sólo ha conseguido
una victoria en los últimos ocho partidos (incluida la Copa), el Real
Madrid acumula un balance que se resume en su flamante clasificación, no
gastemos papel: tercero, a un solo punto del Barcelona. Candidato al
título. Cómo ha llegado hasta aquí es menos importante, lo relevante es
que parte desde este lugar. Pole. Nadie le ha despegado.
Pellegrini, ese profesor nostálgico, afronta el reto de la
reconstrucción psicológica. Si el equipo cae esta noche será el peor el
Villarreal que pasó por Primera (séptima temporada consecutiva). Y el
Villarreal nunca ha ganado al Madrid: seis empates y nueve partidos
perdidos. Recuerdo bien varias de esas derrotas en El Madrigal y cuando
no fueron al límite del tiempo fueron al límite de la fortuna. No es que
los jugadores se achiquen, parece cosa del destino.
De sus grandes fichajes de pretemporada, los locales sólo podrán contar
con Cani, experto en faenas al Madrid, pero también un futbolista
introvertido, otro poeta. Nihat y Pires están lesionados. Y también
Gonzalo, el central que ensamblaba la defensa. José Mari, Javi Venta y
Peña colman la enfermería local.
Precisamente para aliviar tanta pena fue fichado Matías Fernández, un
chileno cuyo rumor nos había alcanzado hace meses y cuyos goles salpican
internet. Si las imágenes no mienten, el chico es un huracán, rápido,
practicante de rabonas y otras delicatessen. El gran problema: ha
llegado cohibido. Buen día para perder la timidez si el joven es
verdaderamente grande.
Tomasson, recién aterrizado, ocupará un lugar en el banquillo. El danés,
ex del Milán, es un delantero físico, pertinaz, mejor de lo que parece.
Un fichaje interesante. Guille Franco, otro ariete más espumoso, también
esperará oportunidad en el banco. Y pueden tenerla, porque sufre
problemas gástricos Forlán, seis goles esta Liga.
Sin Guti. Esa es otra diferencia. El Madrid no tendrá delanteros en el
banquillo. Otra vez. Capello repetirá el equipo que venció en Mallorca y
se reserva al resto de disponibles. Guti no se recuperó finalmente, como
tampoco Raúl, cuya reaparición no se quiere precipitar. Tal vez alguien
tema que el regreso de ambos afecte al equilibrio alcanzado.
Aunque el equipo suma siete victorias a domicilio, la asignatura
pendiente continúa siendo el gol. Robinho, Reyes y Van Nistelrooy no
terminan de combinar. No hay juego de banda, ni desborde, ni centro; y
si llega, no hay remate. Las esperanzas del Madrid en el campeonato
pasan por descubrir la fórmula. El Madrid no marcaba tan pocos goles
(28) desde la temporada 90-91 (24).
Por lo que se refiere al once titular, Miguel Torres volverá a tener una
oportunidad (confirmación de alternativa, más bien) y tanto Gago como
Higuaín concentrarán los focos. Son los argentinos los que han dado una
aire nuevo al equipo y son sus lagunas (pocas) las que nos recuerdan los
malos tiempos, el pasado inmediato, la Edad Media.
Beckham volvió a quedar fuera de la convocatoria y regresó al parte de
lesionados. Sus dolencias cada vez resultan más enigmáticas y dudo que
beneficien al ambiente del grupo. Alguien se equivocó apartando al
futbolista. Ahora le hacen carantoñas, pero no acude. Eso se llama
orgullo.
La estrategia. Capello, que no quiso hablar de Ronaldo hasta que sea
jugador del Milán, asegura que sus jugadores están recuperando el
espíritu, lo que ya es hablar del que se fue. También señaló que sólo
pide entrenamientos intensos y partidos en los que se meta el corazón,
no sólo la pierna. Imagino que en esos discursos las tácticas tienen el
efecto del perejil sobre los platos.
El temporal se desplaza hacia Levante. El meteorológico y el que no
responde a lógica alguna. Será un magnífico partido, por la historia y
por la urgencia. Convulsiones aparte, son dos grandes equipos y dos
grandes escudos. |