Paro indefinido hasta que se consiga garantizar la
seguridad en todos los recintos italianos. La suspensión de todas las
competiciones futbolísticas en Italia, desde la Serie A hasta juveniles, tras
los gravísimos incidentes del Catania-Palermo del sábado tiene visos de
alargarse. Lo que se creía una medida provisional podría ahora convertirse en
indefinida. Todas las autoridades políticas y deportivas italianas así lo creen
oportuno y mañana lo deliberarán en una reunión de urgencia para tomar una
decisión.
El primer ministro italiano, Romano Prodi, fue el primero en anunciar que eran
necesarias medidas "enérgicas y rotundas" para terminar con la espiral de
violencia que sacude al Calcio.
El comisario interventor de la Federación Italiana, Luca Pancalli, tenía clara
la posición de su estamento: "Una jornada de suspensión no es suficiente. Hasta
que no se garantice la seguridad en los estadios no volverá a haber fútbol".
Sergio Campana, presidente del sindicato de futbolistas, fue más radical: "Son
hechos que necesitan de medidas extraordinarias. Habría que parar el fútbol al
menos durante un año, hasta que cambie la mentalidad de la gente". Antonino
Pulvirenti, ya ex presidente del Catania porque dimitió ayer, señaló que "lo que
se debería hacer es prohibir el fútbol en Sicilia".
El único en nadar contracorriente ha sido el primer ministro de Catania, Renato
Papa. "Suspender la competición es un error porque entonces le estaríamos dando
la razón a los delincuentes, podría parecer que cedemos a su chantaje", apuntó.
El arma: un petardo envuelto en papel con gasolina y pólvora
El artefacto que acabó con la vida del Policía Filippo Racitti, de 38 años, se
trataba de una rudimentaria versión del cóctel molotov que en Italia es
denominada bomba carta. Se trata de un petardo de considerables dimensiones
rodeado de pólvora y envuelto en un papel de gran grosor rociado de gasolina. Al
prender la mecha del petardo, la pelota de papel se arroja contra el objetivo.
En el caso del fallecido agente, tuvo la mala fortuna de que el artefacto,
lanzado desde las gradas del estadio Massimino, penetrase por una de las
ventanillas de su vehículo. Al fallecido se le practicará hoy la autopsia, pero
todo parece indicar que falleció asfixiado y no por la explosión. |