Primer match-ball perdido. Romario no pudo alcanzar
los mil goles en el clásico carioca Vasco-Flamengo del domingo. Baixinho se
encontraba a sólo dos goles, según sus cuentas, de alcanzar esa mágica cifra,
pero sólo acertó a marcar un tanto, a los 78 minutos. La mala suerte se cebó con
el delantero, que vio cómo a los 87 minutos otro balón por él impulsado lo
despejó milagrosamente el arquero visitante, Bruno, con el pie.
El quedarse en 999 dejó cierta sensación de desasosiego en el delantero, que
anda como loco para llegar al millar. Eso sí, Romario quiere alcanzar esa cifra
en Maracaná, y el calendario se le ha puesto cuesta arriba: el próximo partido
del Vasco es mañana, ante el Americano, pero fuera de casa: Romario no lo jugará
porque "quiero alcanzar los mil goles en Maracaná". El siguiente como local
coincide con el 1 de abril, el Dia de la Mentira (equivalente a nuestros Santos
Inocentes), por lo que Baixinho no quiere ni en pintura alcanzar su récord en
una fecha que siempre provocará que alguien le recuerde lo irregular de su
cuenta de goles. Aún así, no es descartable que coincida.
Canarinha
Mientras, todos los integrantes de la selección brasileña, junto con la plana
mayor de la CBF, firmaron ayer una camiseta verdeamarelha dedicada al millar de
tantos del pequeño delantero: la elástica, que lleva el dorsal 1.000 en el pecho
y en la espalda, le será entregada a Romario, una placa conmemorativa de la
efeméride (exactamente igual a la que recibió Pelé en 1969) el día en que bata
la plusmarca y una medalla de la CBF. Ronaldinho señaló ayer que "todos estamos
apoyando a Romario para que llegue ya a los mil: es un espejo para todos".
El Sao Caetano dejó sin equipos invictos el Paulistao tras derrotar (1-0) al Sao
Paulo, único equipo que aún no conocía la derrota y que jugó el partido con
nueve ausencias tras el partido de la Libertadores ante el Necaxa. Mientras, el
que casi se puede ir despidiendo de jugar las semifinales es el Corinthians, que
no pasó del empate sin goles ante el Barueri. |