A los puntos. Así se decidió el combate simbólico entre Beckham y Kaká
en el ring de Wembley. Ganó el inglés. Suyo fue el pase de falta directa
para que Terry pusiera en ventaja a los pross y para él fue la mayor
ovación de la grada. El rubio de oro está viviendo una segunda juventud
antes de despedirse de Europa. El otro partido, el que jugaron
Inglaterra y Brasil, terminó en tablas y más pareció un concurso de
faltas con Ronaldinho y el propio Becks como protagonistas. Brasil ya no
es Brasil. Sin bandas (fracaso de Alves) ni centro del campo, y con el
único factor sorpresa de tres satélites que parecen de otra galaxia
cuando combinan: Robinho, Kaká y Ronaldinho. Pero no están Adriano ni
Ronaldo. No hay pegada.
Poco tenía de amistoso el partido con McClaren en la cuerda floja y
Dunga cuestionado. Tampoco tenía nada de lúdica la cita para Ronaldinho,
que tuvo que soportar cómo su técnico le quitaba el 10 para dárselo a
Kaká, ni para Beckham, en plena lucha para recuperar su honor perdido en
la selección. Por la tensión acumulada, los dos equipos se limitaron a
realizar un tanteo tedioso en la primera media hora. Sólo Kaká era capaz
de romper la monotonía buscando el balón en la medular para iniciar las
jugadas. Pero ninguno de sus repetidos disparos desde lejos encontró
puerta.
En el 20', Merk no acertó en la única jugada dudosa al anular un gol
legal de cabeza de Gilberto Silva. Esa fue la ocasión más clara de la
primera mitad, que sólo adornaron Robinho con tres bicicletas en una
internada y Ronaldinho con dos pases mirando al tendido.
Desenlace. Los fuegos de artificio se acabaron en la segunda mitad.
Ronaldinho fue el primero en disparar con bala y Robinson repelió. Poco
después de ese tiro, Kaká dio el segundo aviso también desde la frontal.
En el 61' empezó el carrusel de cambios, momento de desconcierto que
aprovechó Beckham para echarse a Inglaterra a la espalda. Hasta que
sucedió lo inevitable. En el 68', Terry cabeceó en el segundo palo una
perfecta falta sacada por el madridista. 1-0. Becks ya había avisado con
dos lanzamientos directos, uno a la barrera y otro que silbó en el palo.
Fiesta total. Brasil se revolvía en el suelo, incapaz de levantarse, y
las 90.000 gargantas de Wembley rugían cada vez más fuerte. Pero en el
92' Diego cambió la suerte de Brasil. Falta botada por Gilberto Silva y
gol de cabeza. Otra vez de falta. No hubo juego.
Lula saludó a los jugadores
Lula da Silva, presidente de Brasil, bajó al césped de Wembley antes de
que diera comienzo el encuentro y fue saludando uno por uno a los
jugadores de Inglaterra y Brasil. Después, vio el empate de su selección
en el palco del estadio inglés.
El crack
Beckham
Fue el único que generó peligro con sus faltas. Dio el pase para que
Terry marcara. Fue ovacionado.
¡Vaya día!
Alves
Agarrotado, sólo sobrepasó el centro del campo dos veces y sin peligro.
Le vino grande el partido.
El dandy
Kaká
Lo mejor de Brasil junto a Ronaldinho. Buscó el balón en la medular y lo
intentó varias veces de lejos.
El duro
Gerrard
Muy nervioso durante todo el encuentro, se pasó de revoluciones en
alguna entrada. Kaká lo sufrió. |