El agente de la policía italiana que ayer disparó
accidentalmente sobre el ''tifosi'' del Lazio Gabriele Sandri, provocándole la
muerte, en una estación de servicio, se sintió "desolado" por todo lo sucedido y
aseguró no haber apuntado con su pistola al fallecido.
Según publica hoy el diario italiano ''Il Corriere della Sera'', el policía,
identificado como Luigi S., asegura no haber "apuntado a nadie" y que estaba "al
menos a doscientos metros" de la víctima. "Disparé al aire y el segundo se me
disparó accidentalmente mientras corría. Estoy desolado, he destruido dos
familias, la suya y la mía", lamenta.
El diario apunta que el reglamento señala que tras el primer disparo al aire los
agentes deben guardar la pistola en la funda. "Estamos acostumbrados a correr
detrás de los ladrones o los traficantes y la pistola la tenemos empuñada",
indican a modo de defensa sus compañeros en las páginas del periódico.
Éstos afirman que la pelea de la estación de servicio era "violentísima" y que
el agente fue a identificar los coches corriendo por el guardarraíl. "No lo
decimos para justificarlo, pero sí para subrayar que fue una desgracia",
confiesan, recalcando que podía ser que el proyectil se hubiese desviado
fatalmente. |