La altitud sobre el nivel del mar del estadio Atahualpa de Quito (2.850
metros sobre el nivel del mar) en el que se jugará el Ecuador-Brasil, se
ha comido el protagonismo que podría haber recaído sobre Ronaldinho, el
elegido por Dunga para suplir a Kaká, que no ha superado las molestias
en el pie izquierdo, pese a las continuas dudas sobre su forma.
Sixto Vizuete, seleccionador ecuatoriano, dio la clave ayer: "Queremos
ahogar a Brasil, en el buen sentido. Presionaremos muy fuerte antes de
que se adapten a la altura. Es decir, los primeros 20 minutos". Brasil
está preocupado por la altitud aunque de puertas para afuera ha querido
restar importancia a este factor. Durante toda la semana, los médicos de
la canarinha han variado la dieta de los jugadores, incrementando los
carbohidratos y los líquidos, para minimizar el mal de altura. "La gente
piensa que lo del mal de altura es algo psicológico, pero es realmente
duro", dijo ayer Felipe Melo. Además, Brasil se ha hospedado en
Guayaquil, cuidad al nivel del mar, y sólo viajará a Quito horas antes
del partido.
Ronaldinho: "En junio decidiré mi futuro"
Parece que Ronaldinho tiene los días contados en el Milán. El ex
barcelonista no tiene la confianza de Ancelotti, por lo que es un
habitual del banquillo rossonero. Eso hace que el brasileño se replantee
su futuro en el club lombardo. "Esta temporada no está siendo positiva
para mí. Pero soy un profesional y ahora mi deber es ayudar al Milán a
conseguir sus objetivos. Hasta el final de la temporada no quiero
especular sobre mi futuro, pero está claro que cuando termine la campaña
me quiero reunir con la directiva del club", ha dicho el jugador al
Daily Mirror inglés. Este periódico afirma que desde hace unos meses
Roberto de Assís, hermano y representante de Ronaldinho, viaja a
Manchester regularmente para hablar con los dueños del Manchester City.
"¿Que mi hermano podría jugar con Robinho? Algunos clubes se han puesto
en contacto conmigo, pero todo depende del Milán", dijo De Asís. |